jueves, 22 de diciembre de 2011

MUJERES NOTABLES EN 2011

Enviada a diarios de Colprensa el 22 de diciembre de 2011.

Estas fechas resultan ideales para rememorar hechos y personajes. Durante mucho tiempo, el número de líderes femeninas realmente influyentes era frustrantemente pequeño. Lo anterior, finalmente, está cambiando. En algunos países más que en otros. Aquí presento los nombres de 10 mujeres que en 2011 fueron notables en varios países, incluyendo a Colombia.

Angela Merkel, Canciller alemana, la más importante dirigente en Europa. Gústenos o no, con mano de hierro impuso a sus pares en la Unión Europea la condición de que para que un país en crisis logre el apoyo de sus socios, tiene que poner en ejecución un estricto programa de recorte de gastos y control del déficit fiscal. Estos programas tienen al borde de una nueva recesión a todo ese continente. Pero la Merkel sigue mandando.

Hillary Clinton, Secretaria de Estado de EU, después de ser derrotada por Barack Obama en las primarias presidenciales del partido Demócrata, fue designada por él como Secretaria de Estado. En ese cargo, Hillary se ha rencauchado impresionantemente. Ha demostrado su capacidad intelectual, liderazgo y visión. Hoy tiene mejor imagen que Obama. Es probable que el año entrante sea su compañera de fórmula para la vicepresidencia.

Dilma Rousseff, Presidente de Brasil. Cuando el Presidente Lula la propuso como su candidata para remplazarlo, numerosos líderes de opinión pensaron que esos zapatos le quedarían grandes. No ha sido así. Rousseff ha demostrado pulso firme, valentía, capacidad de decisión y lealtad a sus principios. Las revistas Forbes y Time coincidieron en escogerla como uno de los líderes más notables del mundo en 2011.

Christine Lagarde, Directora del Fondo Monetario Internacional. Primera mujer que ha llegado a tan importante cargo. A pesar de que le tocó iniciar su gestión en un momento difícil para el Fondo, por el escándalo que le costó la cabeza a Dominique Strauss Khan, y la profunda crisis económica internacional, ha demostrado que entiende el complejo funcionamiento de las economías de hoy y que tiene independencia y buen criterio.

Merryl Streep. Esta norteamericana ha sido señalada como la más notable actriz viviente en la historia del cine. Con enorme brillo, a lo largo de su carrera ha tenido papeles en casi todos los géneros cinematográficos. Acaba de finalizar una película en la que hace el papel de Margaret Thatcher. Los riesgos de personificar a la exprimera ministra británica eran enormes. Después del estreno en Londres, los principales críticos de cine ingleses calificaron su actuación como impresionante.

Cristina Fernández de Kirchner, Presidente de Argentina. Su primera elección la alcanzó por la influencia de su esposo, en ese entonces el Jefe de Estado. Su reciente relección la logró después de la muere de Néstor, y con una votación muy alta. Logró convertir el peronismo kirchenista en cristinista. La economía de su país se benefició de los altos precios internacionales de alimentos y materias primas.

Anne Sinclair, periodista franco-americana, casada con Dominique Strauss Khan, exdirector del Fondo Monetario Internacional. Sufrió las mayores humillaciones por los escándalos de su marido, acusado de violar una camarera en un hotel de Nueva York. Asumió con estoicismo el papel de la mujer que no sólo pone la cara sino el dinero para defender a su esposo. Acaba de ser escogida por la revista online Terrafemina como la Mujer del Año en Francia.

Jill Abramson, editora del New York Times. Es la primera vez que una mujer llega a este cargo, en el más poderoso diario de los EU. Como todos los periódicos, el NYT también está teniendo que enfrentar el reto de que el número de suscriptores está bajando. En 2011 logró revertir la tendencia, aumentando notoriamente los suscriptores para su versión online.

En el caso de Colombia, varias se destacaron en 2011. Entre ellas debe resaltarse a:

Mariángela Holguín, Canciller. Ha sido fundamental en el diseño y ejecución de la exitosa estrategia internacional del gobierno Santos. Ha sabido mantener un diálogo civilizado y productivo con sus difíciles colegas en Latinoamérica, sobre todo los de Venezuela y Ecuador. En mi opinión, es la mujer más destacada del año en nuestro país y una de las más notables en América Latina.

Clara Eugenia López, Alcalde encargada de Bogotá. Le tocó asumir la alcaldía en muy difíciles circunstancias. En un tiempo récord, y gracias a su preparación intelectual, liderazgo y honestidad, logró superar las suspicacias y el pesimismo de una población naturalmente desilusionada por los enormes escándalos de Samuel Moreno. Lástima que su período termine al final del año.

viernes, 9 de diciembre de 2011

LAS TRAGEDIAS DE LAS CARRETERAS Y EL INVIERNO

Columna enviada a diarios de Colprensa el 9 de diciembre, 2011

La odisea de Deyanira para llegar desde el departamento de Córdoba hasta Cúcuta, luego de cruzar cinco departamentos, atravesar ríos, enfrentar derrumbes y viajar por peligrosos caminos de herradura.
Las aventuras de Deyanira (nombre ficticio) se iniciaron a las cuatro de la mañana del miércoles 30 de noviembre. Salió de su finca en la zona de  Santa Clara, departamento de Córdoba, y de inmediato tuvo que enfrentar un primer obstáculo: la quebrada que tenía que atravesar para llegar a Montería se había crecido hasta el punto de que parecía un rio embravecido. No podía hacerlo en carro. Cruzar a lomo de mula representaba también un inmenso peligro, por lo fuerte de la corriente, los troncos y remolinos que se habían formado. Se sentó a esperar por cerca de tres horas. Finalmente, cuando la situación mejoró un poco, la cruzó y caminó largo rato con su maleta mojada a cuestas, hasta encontrar  un motociclista que la dejó en la ruta Arboletes-Montería. Tenía el compromiso de llegar a Cúcuta donde su empleadora la estaba esperando.
Posteriormente, tomó un bus. A diez kilómetros de la capital cordobesa, los habitantes, en protesta por el pésimo estado de la carretera, obstaculizaron el paso con  árboles y piedras. Deyanira y sus compañeros de aventura se echaron de nuevo las maletas al hombro hasta encontrar una buseta que hizo el recorrido hasta Montería.
Para llegar a Cúcuta, Deyanira tuvo que atravesar los departamentos de Córdoba, Sucre, Bolívar, Cesar y Norte de Santander.  El tramo hasta Aguachica fue muy duro. La carretera estaba intransitable.
En Ocaña le tocó cambiar de bus. El chofer de la flota se negó a seguir. La viajera no tuvo otra alternativa a la de esperar hasta que un valiente conductor asumió el reto de llevar a los pasajeros hasta su destino en la capital nortesantandereana. No sabía que lo peor estaba por venir.
De allí en adelante no pudo comer ni dormir. Deyanira cuenta que a una hora de Abrego “comenzó la verdadera odisea”. Huecos, derrumbes, piedras cayendo permanentemente y trancones fue lo que encontraron. Las patinadas en la estrecha bajada del Alto del Pozo, los pusieron varias veces en serio peligro de rodar a las profundidades de la cañada. De allí en adelante, tuvieron que tomar varios desvíos, ya que tramos de la ruta se encontraban cerrados. Encontraron varios puentes destruidos y volvieron a cruzar ríos crecidos. Escuchar esta historia de boca de su protagonista me puso los pelos de punta. No pude menos de recordar con renovada admiración a Bolívar y Santander, quienes tantas veces hicieron este recorrido a lomo de mula.
Finalmente, llegó a la central de  transporte de Cúcuta el jueves a las cuatro de la tarde, 36 horas después de haber iniciado su recorrido. Estaba rendida, con los músculos encalambrados y con dolor de estómago por el hambre.
La falta de carreteras, con invierno o sin invierno, en el país y, muy especialmente, en el Oriente colombiano, merece especial atención. Se requieren cuantiosos recursos. Pero debe ser prioridad número uno A.
Para Deyanira la alternativa hubiera sido tomar un avión, por primera vez en su vida. Su empleadora le había ofrecido pagarle los pasajes. Ella no aceptó, por cuanto no hay vuelo directo entre Montería y Cúcuta. Hubiera tenido que ir hasta Cartagena o Bogotá y hacer cambio de avión. Esos transbordos atemorizan.
Avianca es hoy una muy buena aerolínea. Sus servicios en tierra son eficientes, no obstante las limitaciones en muchos aeropuertos que dependen de la Aeronáutica Civil o están dados en concesión. Sus pilotos son experimentados y sus auxiliares amables. Su seguridad ofrece garantías. Pero es tiempo de que considere la restauración de algunas rutas directas, por lo menos hasta que el nuevo aeropuerto El Dorado realmente opere como debe ser.

viernes, 25 de noviembre de 2011

LA GIRA DEL PRESIDENTE

Columna enviada a diarios de Colprensa el 24 de noviembre, 2011
Le fue bien al Presidente Santos en su visita al Reino Unido y Turquía.  En momentos en que nuestros principales socios enfrentan grandes dificultades económicas, resulta urgente tratar de diversificar mercados y promover nuevas inversiones. Y está muy bien que Santos trate de aprovechar sus conexiones internacionales para beneficiar a Colombia y los colombianos.
En Londres no sólo se reunió con el Primer Ministro, David Cameron,  el Secretario de Asuntos Exteriores, William Hague, y otros altos funcionarios, dirigentes de los principales partidos de oposición, parlamentarios y sector privado, sino que fue recibido por la Reina. Cerró su visita con una reunión con el Príncipe Carlos.
El Primer Ministro fue especialmente caluroso al expresar que están “muy impresionados” con el liderazgo de Santos, especialmente en lo que respecta a la agenda económica, y con el papel de nuestro país en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas.
Es muy difícil que un Presidente de un país latinoamericano sea recibido en el Reino Unido con todos los honores. La visita debió ser particularmente satisfactoria para el Presidente Santos, quien estudió en Londres y vivió allí por 10 años, cuando trabajaba con la Federación Nacional de Cafeteros y representaba a Colombia en la Organización Internacional del Café. Santos es uno de los colombianos que mejor conoce y entiende las instituciones, la economía y la cultura británicas. Además, aprecia el país y considera a Londres su segundo hogar.
Está bien, entonces, que como Presidente, Juan Manuel Santos trate de aprovechar sus conexiones internacionales para generar beneficios para Colombia y los colombianos. Con la difícil situación que las economías de nuestros principales socios comerciales están atravesando, resulta urgente que se busquen oportunidades de exportación y cooperación en otras tierras. Así mismo, que se aproveche el buen momento de Colombia para promover inversiones extranjeras.
Lo anterior le viene como anillo al dedo al actual gobierno del Reino Unido, interesado en acercarse más a la América Latina. Colombia puede ser una buena puerta de entrada.
En sus presentaciones oficiales, el Presidente utilizó un cuidadoso lenguaje diplomático, al resaltar los avances de Colombia y los cambios en su política exterior. En la conferencia de Canning House,  por ejemplo, afirmó que “en el campo internacional, me comprometí desde el primer día en hacer del respeto, la cooperación y la diplomacia los ejes de nuestras relaciones exteriores. Y así hemos obrado”. Remató señalando que “nos hemos concentrado en consolidar las mejores relaciones con los países de nuestra región y del mundo”.
En sus intervenciones improvisadas, y es el caso de la que hizo frente a la comunidad de colombianos que viven en Londres, fue más explícito en marcar diferencias con la política exterior de su antecesor. Se le escaparon unos “ya” que deben tener con los pelos de punta a algunos de los más ardientes uribistas: “Por fortuna, ya la agenda nuestra en materia de política exterior ha cambiado sustancialmente”, dijo. “Colombia ya está comenzando a ser cada día más admirada y respetada”, añadió.
Como resultados iniciales de esta visita se cuentan el interés del Reino Unido en buscar el aumento del comercio en ambas vías y el compromiso de brindar asistencia técnica a Colombia en los campos de asociaciones público-privadas, derechos de tierras y mecanismos de acceso a la Organización para la Cooperación Económica y el Desarrollo, conformada, en su mayor parte, por los países que están en las grandes ligas.
El Ministro de Asuntos Exteriores para América Latina aprovechó la visita del Presidente Santos para invitar a las universidades e institutos de investigación de su país para que le den prioridad a las de Colombia, dentro de sus iniciativas de cooperación externa. Importante y oportuna esta colaboración, para ver si logramos mejorar la deficiente calidad de muchas de nuestras universidades.
Su viaje a Turquía y la apertura de una Embajada en Ankara es interesante, pero con resultados menos obvios e inmediatos para Colombia. Con casi 75 millones de habitantes, dicho país tiene un pié en Europa y otro en el Medio Oriente. Su importancia estratégica ha aumentado. Así mismo, los problemas que le origina su vecindario con Siria.
Uno de los objetivos del gobierno Santos es el de fortalecer las relaciones y el intercambio con los países emergentes considerados promisorios, bautizados como los CIVETS (Colombia, Indonesia, Vietnam, Egipto, Turquía y Sur Africa).  De allí que se hayan retomado las negociaciones para la suscripción de un tratado de libre comercio con Turquía y otro para la protección de inversiones.
Para el sector privado colombiano será más difícil abrir nuevos negocios con un país sobre el que conocemos poco. Con tratados o sin tratados, se requerirán tiempo y esfuerzos.

viernes, 18 de noviembre de 2011

ESTADOS UNIDOS, QUE LIO

Publicado en mi blogg DESDE WASHINGTON en Semana.com el 18 de noviembre, 2011.
En los Estados Unidos, como en Europa, los problemas para sacar la economía de la crisis son en este momento más políticos que técnicos. Son de gobernabilidad. Colombia ya no es “el Tíbet de Suramérica” al que se refería el Presidente López hace más de 35 años. Su futuro depende también de lo que pase en los Estados Unidos y en la Unión Europea. De allí que nos interese hoy, más que nunca, el seguimiento del tema electoral.
Los gobiernos demoran en arrancar. Falta de experiencia, poca coherencia y claridad y  cierta timidez para tomar el toro por los cuernos, son algunas de las razones. Y el gobierno del Presidente Obama no fue una excepción.
Mientras arrancaba motores, en medio de una profunda crisis económica, sus márgenes de maniobra política se fueron disminuyendo. Se vinieron encima las elecciones de medio término sin que las clases medias y los pobres sintieran que las medidas adoptadas estaban mejorando su situación económica y perspectivas. El movimiento del Tea Party fue ganando notoriedad e influencia dentro del partido republicano. Lograron elegir varios congresistas y mandatarios en estados clave. El partido demócrata perdió sus mayorías.
No obstante su anacronismo y profundo conservatismo social, los del Tea Party han continuado aumentando su influencia dentro de los republicanos. Su punto de vista de que el problema es el gobierno y que,  en consecuencia, hay que mermarle sus ingresos y achicarlo sustancialmente  se fue afianzando.
Todavía hoy muchos se preguntan, entre ellos Bill Clinton, por qué el gobierno de Obama no buscó que se aumentara el techo legal de la deuda, antes de que las  mayorías demócratas se esfumaran. Cuando quiso hacerlo, lo republicanos trapearon con él y su imagen como líder sufrió un enorme desgaste. El país se vio, por primera vez en su historia, al borde de la cesación de pagos.
El diálogo entre el gobierno y la oposición para buscar soluciones consensuadas al problema de la deuda, fracasó, ante la inflexibilidad republicana. Se conformó en el congreso una comisión paritaria de los dos partidos para acordar las fórmulas que permitan disminuir el déficit en 1.2 millardos de dólares en diez años. El plazo con que cuenta dicha comisión para presentar sus propuestas a ambas cámaras vence la semana entrante. De no ser aprobadas por las plenarias antes del 23 de diciembre, el gobierno deberá proceder a hacer recortes anuales a los gastos de todas las instituciones durante diez años. La mitad de dichos ahorros provendrá del sacrosanto presupuesto del Pentágono. (Las partidas de ayuda internacional, incluyendo Plan Colombia, podrían verse afectadas). A pesar de lo anterior, hasta la fecha, la comisión está empantanada.
Bajo la influencia del Tea Party y de los sectores más reaccionarios, los congresistas republicanos han adoptado como principio el de que no aprobarán más impuestos o el recorte de beneficios con que cuentan actualmente los más ricos y las grandes corporaciones.  Es tan fuerte esta tendencia, que inclusive todos los precandidatos republicanos han asumido dicho compromiso, no obstante que la mayor parte de la población apoyaría el aumento de algunos impuestos. 
En lo que a los demócratas se refiere, a pesar de que han aceptado la disminución de gastos y el ajuste a programas sociales como Medicare (salud) y el seguro social, exigen que la solución sea balanceada entre recortes de gastos y mayores ingresos.
En los Estados Unidos, como en Europa, los problemas para sacar la economía de la crisis son en este momento más políticos que técnicos. Son de gobernabilidad. Como señaló recientemente el Fondo Monetario Internacional,  "la parálisis política y la incoherencia han contribuido a exacerbar la incertidumbre, la falta de confianza, y la inestabilidad financiera".
Si se tiene en cuenta la grave situación que se vive dentro de la Unión Europea, con varios países al borde del precipicio, la falta de acuerdos en el Congreso de Estados Unidos aumentará notoriamente esa incertidumbre y la inestabilidad internacional. Aquí como allá, las consecuencias serán, no sólo económicas y sociales, sino también electorales. A eso juegan los republicanos.
Si en Europa los gobiernos de Portugal, Irlanda, Grecia y recientemente Italia cayeron empujados por el inconformismo de las mayorías, probablemente ocurra lo mismo en España y los Estados Unidos.
En España, las posibilidades electorales del Partido Socialista ya parecen perdidas. Obama y los demócratas todavía tienen probabilidades de sobrevivir. Eso dependerá de su habilidad para unificar mensajes y convencer a los votantes de que los grandes responsables de la crisis y de su profundización son los republicanos: por su extremismo, recalcitrancia y  obstruccionismo, y por su entrega a los intereses de los más ricos y las grandes empresas. De igual manera, dependerá de las dificultades que tenga quien finalmente sea seleccionado como candidato de la oposición (probablemente Romney) para moverse más hacia el centro del espectro político y conquistar el voto de los independientes.
Seguiremos en sintonía.

jueves, 10 de noviembre de 2011

EL PANORAMA ELECTORAL EN LOS ESTADOS UNIDOS

A un año de las elecciones presidenciales en Estados Unidos, el panorama es desolador: unos partidos políticos incapaces de llegar a acuerdos pragmáticos en el congreso, un ramillete de precandidatos republicanos a la Presidencia cada vez más radicales y un Presidente demócrata, debilitado, que está tratando de enfrentar, todavía sin éxito, los efectos de la crisis económica de 2008. Las posibilidades de que Obama sea derrotado no son pequeñas. Como decía mi abuelita, “Dios nos ampare y nos favorezca”.

El pasado miércoles, los precandidatos republicanos a la Presidencia llevaron a cabo un nuevo debate. El tema era la economía. Lo que dijeron y no dijeron produce una enorme preocupación, en momentos en que el país no acaba de salir de la recesión, el desempleo permanece alrededor del 9 por ciento y los partidos en el Congreso todavía no han llegado a acuerdos mínimos sobre cómo pueden comenzar a solucionar el problema del déficit, sin empujar la economía a una nueva recesión.
De allí que la pobreza conceptual de los precandidatos republicanos y la escases de propuestas hagan parar los pelos. Para solucionar los problemas del país no proponen nada distinto a cortar los impuestos de los ricos y las grandes corporaciones, eliminar los controles a las empresas y las regulaciones bancarias y dejar que, mágicamente, todo sea solucionado por las fuerzas del mercado. Paralelamente, proponen cortar agresivamente gastos, incluidos los sociales, y eliminar agencias gubernamentales.
Bajo la influencia del Tea Party, el movimiento más extremista y retrógrado dentro del partido  republicano, han desaparecido, tanto el equilibrio de George Bush padre, quien se atrevió a aumentar los impuestos aún a costa de su reelección, como el pragmatismo de Reagan y el “conservatismo compasivo” de Bush hijo.
Con razón, los republicanos todavía no están seguros sobre a quién apoyar entre:
Mitt Romney, exgobernador de Massachusetts, millonario, bien parecido y acartonado, quien causa desconfianza entre muchos sectores, no sólo por su religión (es mormón), sino porque ahora dice oponerse a proyectos y conceptos que apoyó en el pasado. Supuestamente, era el favorito en la línea de partida, pero no ha logrado superar un 30 por ciento de apoyo.
Michele Backmann, la única mujer, cuenta con respaldo dentro del Tea Party. Es social y políticamente tan extremista, que califica de “socialistas” a algunos de sus colegas republicanos en la competencia.
Rick Perry, Gobernador de Texas, cuando se lanzó era considerado uno de los candidatos con posibilidades. Esa esperanza le permitió sumar apoyos y recoger rápidamente grandes aportes económicos. En sus presentaciones había aparecido como superficial y mal preparado. Este miércoles su participación en el debate produjo pena en cuerpo ajeno. Planteó que, de ser elegido Presidente, acabaría con tres agencias estatales. Cuando las fue a enumerar, no pudo mencionar sino dos. Los minutos de su angustiosa laguna parecieron eternos. Este lapsus probablemente acabe de enterrar su candidatura.
Herman Cain, africano americano, sus méritos han sido los de ser presidente de una empresa de pizzas y presidir la asociación de restaurantes. Es un candidato fresco y ultraconservador que, hasta la semana pasada, venía subiendo en las encuestas hasta empatar con Romney. Pero alguien encontró cómo parar su ascenso: la prensa publicó que había sido acusado de acoso sexual por dos empleadas de la asociación. En su momento, la organización las indemnizó y les exigió silencio. Acaba de aparecer una tercera mujer que lo ha acusado, gráficamente, de haberla atacado sexualmente. No se cree que su candidatura sobreviva este escándalo.
Newt Gingrich, exjefe de la Cámara de Representantes durante el período de Bill Clinton,  culpable del cierre y parálisis del gobierno por las barreras que erigió para la aprobación del presupuesto. Cayó en desgracia, se retiró del congreso y se dedicó a hacer dinero, dar conferencias y publicar libros. Recientemente contrajo terceras nupcias con una rubia mucho menor que él. Parece que llegó el momento de que Gingrich ocupe la silla que está dejando vacía Cain, como favorito para competir contra Romney.
En medio de este panorama electoral, el apoyo general para el Presidente Obama sigue siendo débil: en promedio, las encuestas muestran que el 50 por ciento de la población no aprueba su gestión de gobierno y el 45 por ciento la aprueba. Tan sólo obtiene marcas altas en la lucha contra el terrorismo y la política exterior. Con un desempleo tan alto y una situación social tan dura, no resulta fácil que sea reelegido.
Como decía mi abuelita, “Dios nos ampare y nos favorezca”.

martes, 1 de noviembre de 2011

HILLARY CLINTON, SUS BATALLAS PREVIAS

A todo lo largo de su vida pública, primero como esposa y luego como líder, Hillary Clinton ha tenido que luchar por obtener un espacio propio y el respeto de sus conciudadanos. No le ha sido fácil, pero lo logró. Estos son los antecedentes sobre su carrera, antes de ser Secretaria de Estado.
Como esposa fiel y solidaria de Bill Clinton, Hillary resultó clave para la primera elección de su esposo y para su reelección como Presidente, no obstante sus escándalos de faldas y el juicio en el Congreso que casi lo tumba. Ella compartió los triunfos y angustias de su marido, como verdadera socia política. Eso lo reconocía el propio Clinton. Cuando fue elegido, dijo que el electorado había elegido a uno y ganado dos.
Abogada destacada, acostumbrada a trabajar y a tener un espacio profesional serio, al llegar a la Casa Blanca asumió el papel de Primera Dama de una manera muy poco tradicional, si se compara con el de sus antecesoras inmediatas, quienes pertenecían a otras generaciones. La figura con la cual se podría comparar es la de Eleonor Roosevelt, una de sus heroínas.
Al principio, Hillary se dio contra las paredes. No sabía bien cuál era su lugar. Personas cercanas al gobierno cuentan que con frecuencia rompía el protocolo. Cuando llegaban nuevos embajadores a presentar sus cartas credenciales, por ejemplo, en lugar de irse a una sala aparte a tomar el té con la esposa y familia del embajador, se quedaba en el salón principal y se sentaba entre el diplomático y el Presidente. Le costaba entender que la prensa y la opinión pública vivieran pendientes de detalles tan superficiales como el cambio de peinado, o de cualquier palabra suya. Los medios la atacaban inmisericordemente.
Su imagen se vio seriamente afectada por el fracaso en la reforma de la salud. El Presidente Clinton le dio el encargo de presidir la comisión que se encargaría de estudiar y recomendar cambios al sistema. No se conformó con proponer modificaciones marginales sino de fondo. Los grupos que defendían intereses y se sentían amenazados con las reformas, gastaron millones en mensajes publicitarios en contra de la propuesta y de Hillary directamente. Al final, el proyecto fue rechazado por un porcentaje alto de la opinión pública y por el Congreso.
En sus memorias sobre sus años en la Casa Blanca, Hillary confiesa que los primeros seis meses fueron brutales: recibieron tantos ataques, les ocurrieron tantas cosas, incluida la muerte de su padre, “que no sabía a donde recurrir, así que hice lo que frecuentemente hago cuando me enfrento a la adversidad: me sumergí en una agenda tan febril que no había tiempo para la autocomiseración".

Con toda la disciplina de la que es capaz, Hillary se dedicó a reinventarse como Primera Dama y a impulsar proyectos más tradicionales, relacionados con la niñez y la familia. Sin embargo, de sus Memorias resulta claro que, privadamente, continuó siendo asesora cercana de su marido en temas diversos de política interna y externa.

Al final del segundo período presidencial de Clinton, Hillary comenzó acariciar la idea de asumir un papel político propio, independiente de Bill. De lanzarse a la arena electoral, ella misma. Volvió a reinventarse, se lanzó como candidata al Senado por Nueva York y, contra muchos augurios, ganó, no obstante no provenir de dicho estado.
Luego vino la dura competencia por la candidatura del partido demócrata a la Presidencia, que Clinton perdió frente a Obama. ¿Por qué perdió?  Este es un análisis largo. En resumen, se puede decir que, dentro de sectores de su partido, había cansancio frente a los Clinton. Así mismo, que los enemigos que se habían creado se vinieron de frente contra ella. En el fondo, quizás, los demócratas no estaban listos para nominar a una mujer como su candidata al cargo más importante del país.   En todo caso, hay que reconocer que Obama era una figura atractiva, fresca y sin equipaje. Se constituyó en el símbolo del cambio.
Hillary fue elegante en su derrota. Siguió siendo leal a su partido y apoyó la candidatura de Obama. En ese momento, muchos sectores opinaron que este último debería llevarla como fórmula para la Vicepresidencia. Obama no lo hizo así. Una vez elegido, y luego de pensarlo por varios días con la almohada, le ofreció el cargo de Secretaria de Estado, el más importante en el Gabinete.
Hoy, ella puede reclamar la puesta en práctica de una nueva doctrina para el ejercicio del poder internacional de los Estados Unidos. "El poder suave" del que ella habla, o "el poder inteligente", como otros lo han bautizado.
Qué seguirá para ella?
En mi blog DESDE WASHINGTON, en Semana.com, analizo las alternativas. El link para mi columna allí es

HILLARY CLINTON, ¿QUÉ SIGUE?

Publicado en mi blog DESDE WASHINGTON en Semana.com el 1 de noviembre, 2011
A lo largo de su vida pública, Hillary Clinton ha tenido que luchar por obtener un espacio propio y el respeto de sus conciudadanos. No le ha sido fácil, pero lo logró. Durante lo que va corrido del gobierno de Obama, Hillary ha trabajado con lealtad, humildad y discreción. Hoy se encuentra en el pináculo de su fama como Secretaria de Estado. ¿Qué sigue en la carrera de esta luchadora?
Durante estos casi tres años del gobierno Obama, Hillary Clinton ha trabajado con lealtad, humildad y discreción, sin reclamar triunfos propios y atribuyéndole al Presidente los aciertos que se han tenido en el campo internacional. Y compartiendo sus errores. Ha callado sus diferencias con Obama y su equipo de seguridad en la Casa Blanca. Hasta hace muy poco.
La prestigiosa revista Time le dedicó su carátula de la edición que comenzó a circular esta semana. El título es “Hillary Clinton y el surgimiento del poder inteligente”. Como si fuera poco, en su primera plana de este lunes, el Washington Post, diario que no se puede calificar como cercano a ella, publicó un artículo muy positivo bajo el título “Los esfuerzos de Clinton en la guerra de Libia considerados vitales”. ¿Qué está pasando?
El artículo de Time parece dirigido a definir el legado de Hillary como Secretaria de Estado. A  destacar su capacidad para buscar beneficios máximos para el país utilizando las herramientas tecnológico-militares y los nuevos instrumentos de comunicación social. Lo que ella denomina, junto con el académico Joseph Nye, “el poder suave”, y el Centro de Estudios Estratégicos Internacionales (siglas en inglés CSIS) el “poder inteligente”. La tesis es la de que, en este siglo XXI, han surgido nuevos poderes en el mundo y múltiples retos relacionados con organizaciones terroristas, al tiempo que los pueblos se enfrentan a sus gobernantes o tiranos haciendo uso de las nuevas herramientas de comunicación y redes sociales. Mientras tanto,  los Estados Unidos tienen problemas económicos y presupuestales y, su población, poco apetito por aventuras militaristas tan costosas como las de Irak y Afganistán. Como consecuencia de lo anterior,  este país debe combinar inteligentemente el poder militar que todavía tiene (poder duro), con su poder tecnológico en esta área, y con las herramientas más suaves de la economía, el desarrollo y los nuevos instrumentos informáticos y de comunicación social.
Time destacó la impresionante capacidad de Hillary para trabajar, desplazarse por tres países en tres días, hablar y convencer a líderes mundiales.
Por su parte, el Washington Post, reconoció el papel entre bambalinas que la Secretaria de Estado jugó para la aprobación de los ataques de NATO a Libia y a Gaddafi y el apoyo a la población rebelde. Ahora sabemos que tuvo que comenzar por convencer a Obama sobre la importancia de la operación y sus posibilidades de éxito, a pesar de que ni una sola bota norteamericana pisó el terreno. Cuando la alianza estuvo a punto de disolverse, Hillary viajó, habló con distintos líderes de países árabes y occidentales y salvó la asociación que, finalmente, tuvo como resultado la caída y muerte del tirano.
En las declaraciones que sirvieron de base para el artículo de Time, Hillary reiteró que, al final de este período de Obama, se retirará de su cargo.
No es una coincidencia que dos de los principales medios impresos de los Estados Unidos, en el curso de una misma semana, reconozcan y aplaudan el liderazgo y la capacidad de Hillary. La primera interpretación es la más sencilla: Hillary Clinton, con justicia, quiere comenzar a aclarar y definir su legado como Secretaria de Estado. Esto lo hicieron gran parte de sus antecesores.
Las otras interpretaciones pueden ser más complejas: una de ellas es la de que, al retirarse del Departamento de Estado, quiere ocupar una posición desde la que pueda aportar más en áreas de política interna y jurisprudencia, que definirán lo que serán los Estados Unidos, como Nación, a partir del siglo XXI. Algunos piensan que sería magnífico contar con ella en la Corte Suprema de Justicia.
Otros pensamos que, no pudiendo en esta oportunidad ser candidata a la Presidencia y enfrentando Obama obstáculos grandes para su reelección, Hillary y sus seguidores quieren poner de presente que ella puede ser la fórmula ideal como candidata a la Vicepresidencia. Aportaría votos contantes y sonantes, experiencia y renombre internacional, en un período muy complejo desde los puntos de vista interno y externo.  
Esta película se irá despejando, poco a poco, el año entrante. Permanezcan sintonizados.

domingo, 30 de octubre de 2011

CAÍ EN LA TENTACIÓN

Columna enviada a diarios de Colprensa el viernes 28 de octubre.
Me había prometido no opinar sobre las elecciones del próximo domingo, pero la tentación es muy fuerte. Me atreveré, entonces, a escribir a la distancia algunas opiniones sobre el proceso, en general, y sobre la elección en la capital de todos los colombianos, en particular. Al fin y al cabo, Bogotá ya no es el espacio urbano, exclusivo de los bogotanos. A todos nos interesa.
Con estas elecciones locales, los partidos tradicionales quedarán todavía más debilitados. El partido conservador, con un fuerte enfrentamiento entre sus directivas y el expresidente Pastrana, desaparecerá de Bogotá. En otras ciudades grandes, ha tenido que recurrir a alianzas, algunas espurias, para poder elegir a algunos alcaldes y gobernadores. A su turno, el joven candidato del partido liberal en la capital, sacará una de las votaciones más bajas, no obstante contar con  reconocidas calidades. En otras ciudades, también el partido rojo se ha visto obligado a pactar alianzas, no siempre sanctas.
Siempre he opinado que la elección generalizada de alcaldes y gobernadores fue improvisada e inoportuna, en momentos en que el Estado no tenía el control de todo el territorio nacional, y la presencia de los dineros de la mafia del narcotráfico y del paramilitarismo tuvieron las puertas abiertas para influir fuertemente en muchas elecciones locales. 
El atractivo de llegar al poder local, para manejar presupuestos, contratos y nombramientos es tan grande, que el número de movimientos y candidatos llega a ser ridículo.  En varias ciudades, hasta ayer se seguían negociando alianzas. La confusión para los electores este domingo será muy grande. Pero el resultado peor será el de que, en no pocas ciudades y departamentos,  serán elegidos alcaldes y gobernadores con porcentajes de votación excesivamente bajos. Es decir, se elegirán mandatarios que frente a sus gobernados carecerán de mandato y legitimidad y que no contarán con apoyo suficiente en los órganos legislativos locales. La consecuencia, entonces, será la de que dichos mandatarios recurrirán a la compra de apoyos, a través de contratos y nombramientos, para obtener alguna gobernabilidad. ¡Deprimente!
En el caso de la elección de Alcalde para Bogotá, las últimas encuestas no permiten sacar conclusiones claras, fuera de lo que todos sabemos: la pelea será entre Petro, Peñalosa y Gina. La encuesta de Datexco, que no tiene hoy total credibilidad por las acusaciones que se le han hecho de reducir los tamaños de sus muestras, otorga a Petro el primer lugar, el segundo a Gina y el tercero a Peñalosa, con empate estadístico entre estos dos últimos.
Por lo anterior, resulta muy riesgoso entrar a predecir los resultados. Sin embargo, asumiré el riesgo y me atreveré:
En mi opinión, Petro será el ganador: la derecha y el centro están dividiendo sus votos básicamente entre Peñalosa, Gina y Galán. A pesar de sus altos “negativos” y de su falta de experiencia administrativa y gerencial, Petro pasará triunfante por el medio. Logrará canalizar a su favor la mayor parte de los votos tradicionales del Polo. A estos se sumarán sus votos propios entre los estratos 1 y 2 y los de sectores de la clase media que reconocen su liderazgo, lucha contra la corrupción y su compromiso con la democracia. Sumará, adicionalmente, una parte del apoyo que antes tenía Mockus, de los que no se sienten cómodos con Peñalosa y menos con el expresidente Uribe.
Existe cansancio frente a Peñalosa, a pesar de su muy buena gestión en la Alcaldía. Ya no es el candidato de las propuestas novedosas. Injustamente, es percibido como pedante y lejano. La suma neta de los votos que le brindará Uribe, más los que le quedaron después del abandono de Mockus,  no le alcanzarán para ganar. En mi opinión, ocupará el segundo lugar.
Si mis predicciones son acertadas, Gina obtendría una votación muy cercana, pero inferior a la de Peñalosa. Es una figura todavía muy nueva, que no ha tenido tiempo para solidificar una imagen clara y construir una base política propia, más allá de una parte del voto de opinión que logrará canalizar. Tiene, además, como puntos negativos, el hecho de haber renunciado a su silla en el Senado y haberse marchado del país. Mockus le sumará votos, por supuesto, pero no demasiados. El Mockus de hoy no es el mismo del de hace algunos años, cuando con sus gestos teatrales e inesperados, y sus frases ininteligibles, despertaba entusiasmo entre los jóvenes. Ya no es el líder favorito de columnistas y medios de comunicación. Su imagen se debilitó.
Si mis predicciones resultan ciertas, Petro será un Alcalde alejado del Polo y con problemas de apoyo en el Concejo. Por el bien de Bogotá, le deseamos éxito.
Apreciados lectores, hagan sus apuestas y, en todo caso, el domingo salgan a votar.

jueves, 20 de octubre de 2011

PATRICIA, LA NUESTRA

Publicado en mi blog "Desde Washington" en Semana.com

Pocas escritoras latinas, que escriben originalmente en inglés, se han destacado en los Estados Unidos. Y tan sólo una de origen colombiano. Patricia Engel es una nueva estrella en el mundo de las letras. Su libro VIDA fue seleccionado por el New York Times como uno de los más notables entre los publicados el año pasado. Ha recibido varios premios y los críticos han calificado esta colección de historias como impresionante.
La descubrí buscando algo que leer entre las recomendaciones del New York Times. Dicho diario no sólo seleccionó su libro VIDA como uno de los mejores publicados en el 2010, sino que dos de sus más agudas y exigentes comentaristas,  lo recomendaron con elogiosas palabras.
Como si lo anterior fuera poco, la prestigiosa revista inglesa, The Economist, destacó su libro y señaló que el cuento que le dio el título a la colección, VIDA, “es casi una perfecta pieza de ficción”.
Ante semejantes alabanzas, y con emoción de colombiana, inmediatamente adquirí el libro. Lo leí de una sentada. Lejos de defraudarme, me encantó.  Pasaba de la risa, a la reflexión y a la nostalgia con sus distintos relatos cortos. Lucho, Vida y Día, son los títulos escogidos para tres de las nueve historias. Con ellos, la autora juega con el nombre de personajes y con los significados de dichas palabras es español. Otros títulos son Cielito Lindo, Desaliento, Paloma y Madre Patria.
LUCHO
Fue el año en que mi tío fue arrestado por matar a su esposa, y nuestra familia fue objeto de todos los chismes del pueblo…
Eramos extranjeros, hispanos, en un pueblo de blancos. No sé cómo fuimos a parar allí. Hay toneladas de latinos en New Jersey, pero de alguna manera terminamos en el pueblo que sólo los aceptaba como sirvientes. (Traducción libre).

Así se inicia el libro de Patricia Engel y su primera historia. Está narrado por una protagonista a quien bautizó como Sabina. En ésta la narradora tiene catorce años, en otras siete y, en otras, más de veinte. En todas las edades, la voz de la narradora es auténtica y tremendamente convincente. No es la voz de una autora en la edad adulta, imitando los pensamientos, reflexiones y palabras de una niña. Logra dar autenticidad a Sabina, en cualquier edad. En palabras de la famosa crítica Michiko Kakutani, lo que hace de estas historias algo tan convincente es la impresionante voz que la autora le dio a Sabina: “una voz que es inmediata, poco sentimental y desarmantemente directa”.
Patricia Engel es como Sabina, “de sustancia colombiana”. Nació en New Jersey de padres colombianos, que viajaron allí para encontrar más oportunidades. Creció, entonces, en el mundo de los migrantes. De allí su interés personal y sus historias sobre los colombianos, los latinos y, en general, las personas de distintas nacionalidades que tratan de buscar, con papeles o sin papeles, un futuro en los Estados Unidos.
Cuando la contacté, Patricia me dijo que la gente que más le interesa, “que para mí son verdaderos héroes, son los inmigrantes”. Y los temas que llaman su atención se relacionan con los recién llegados, sus hijos y la generación bilingüe. “Eso viene del mundo en que crecí y en el cual sigo viviendo”, señaló.
Cuando leí su libro llamó mi atención que su personaje, Sabina, tanto de niña como de adulta, era  una observadora aguda de aspectos de la cultura y la vida colombiana. Con humor y en ocasiones con sarcasmo. Señaló que su tía Paloma, siempre que caminaba en la calle, se terciaba la cartera y la apretaba como si fuera a ser robada. O cuando relató que, en una de sus visitas a Bogotá, de niña, ya estaba cansada de que siempre le dieran ajiaco.
Sabina creció siendo una solitaria. En la escuela, tuvo pocas amigas norteamericanas. Una de las excepciones fue descrita como “el tipo de gringa que no sabe lo que es (y) si usted le pregunta probablemente le dirá que es escocesa o galesa”. Concluye diciendo que eso es raro para ella porque sus padres “conocen nuestras líneas de familia, cinco generaciones a lo ancho y diez generaciones atrás, hasta llegar al último conquistador”.
Después de leer estas y otras anotaciones, pregunté a Patricia qué tanto de autobiografía se reflejaba en sus cuentos. Me respondió que sus obras no son crónicas, son ficción. “Puede ser que haya detalles en mis libros que se parezcan a algunos detalles de mi vida real. Pero el libro no me refleja a mí como persona”.
El hecho de haber crecido en los Estados Unidos, de padres colombianos, le ha dado a Patricia la capacidad de tomar distancia y observar ambos países en sus historias.  Al respecto, Patricia me dijo: “me siento en casa en Colombia aunque no es mi casa, pero también cuando regreso al pueblo de New Jersey donde crecí, aunque es mi casa, no me siento totalmente en casa…Mi identidad es algo que fluye y que no depende de cómo me clasifiquen o me juzguen los demás”.
“Y la verdad es que mi distancia me permite tener una relación muy íntima y única con la Colombia de mi experiencia, de mi herencia y de mi imaginación”, concluyó la autora.
Ojalá que pronto su primer libro “VIDA” sea traducido al español. Estoy segura de que colombianos, latinoamericanos y, en general, el mundo de habla española gozarán enormemente la obra.
Patricia está trabajando en una novela que saldrá publicada en un año. “Se desarrolla en Paris y explora más los temas del multiculturalismo e inmigración que tanto me interesan”, me adelantó.
Definitivamente, Patricia Engel es una escritora nuestra y brillante. Hay que seguirle el paso.

viernes, 14 de octubre de 2011

HABEMUS TLC

Columna enviada a diarios asociados con Colprensa el 13 de octubre, 2011
Después de seis años de finalizada la negociación entre los gobiernos de los presidentes George Bush y Alvaro Uribe, el Congreso de los EU aprobó el Tratado de Libre Comercio con Colombia. El viacrucis de su aprobación refleja las divisiones ideológicas y políticas en el país del Norte, los temores por posibles pérdidas de empleo y la solidaridad de las organizaciones sindicales norteamericanas con sus colegas colombianos.
El Presidente Obama, finalmente, presentó la semana pasada a la consideración del Congreso los tratados con Colombia, Panamá y Corea del Sur. El desempleo en los Estados Unidos llega al 9.1 por ciento, con peligro de que continúe aumentando. Su tesis, entonces, fue la de que estos acuerdos crearán oportunidades de exportación, producción y empleo para las empresas de su país, en momentos en que la demanda interna está muy debilitada.
El Congreso aprobó los tratados este miércoles 12 de octubre, con un apoyo casi unánime de la bancada republicana en ambas cámaras.
La prensa ha presentado la aprobación de los tratados como un triunfo del Presidente Obama. El triunfo solo puede considerarse parcial, si se tiene en cuenta que la mayor parte de los congresistas de su propio partido no lo acompañaron con su voto a favor de los tratados con Panamá y Colombia.
Los resultados de la votación para el TLC con nuestro país fueron:
SENADO:           SI:   44 republicanos, 21 demócratas.  NO:  2 republicanos, 30 demócratas
CAMARA:          SI:   231 republicanos, 31 demócratas.  NO:  9 republicanos, 158 demócratas

Peor aún, los líderes de su partido, tanto en la Cámara como el Senado, votaron negativamente el acuerdo con Colombia. En otras palabras, le dieron mayor prioridad a sus relaciones con los sindicatos que al apoyo a su Presidente.
La alianza entre el partido demócrata y los sindicatos es de larga data y continúa. Comparten el temor de que el libre comercio traiga mayores pérdidas de empleos nacionales, como resultado de las facilidades para mover capitales, mercancías y servicios hacia países con legislaciones laborales y ambientales menos estrictas.
No es de extrañar, entonces, que los sindicatos colombianos que se oponían al TLC encontraran buenos aliados entre las principales organizaciones obreras de Estados Unidos.
Dichas organizaciones montaron su campaña de oposición al TLC con Colombia con la siguiente tesis: no se puede premiar a un país que no ofrece garantías a los sindicatos, persigue sus líderes, los asesina y tiene una alta tasa de impunidad. A pesar de los avances en la protección de sindicalistas y la aplicación de la justicia, y de los compromisos asumidos formalmente por el gobierno colombiano, esta tesis fue recogida por varios congresistas demócratas que votaron negativamente.
Los orígenes del Tratado de Comercio entre Colombia y Estados Unidos se remontan a 1990, cuando el Presidente George Bush (padre) lanzó la iniciativa de promover la creación de una gran zona de libre comercio en las Américas, desde Alaska hasta la Patagonia.
En el caso de los países andinos productores de drogas, se decidió ofrecerles un sistema de preferencias unilateral  para algunos sectores (ATPA). El objetivo era  el de generar alternativas de producción y creación de empleo que compensaran la eliminación de cultivos ilícitos con los programa de lucha anti-drogas. Las preferencias del ATPA, sin embargo, no eran generales ni estables. Debían ser aprobadas regularmente por el Congreso.
El paso siguiente para Perú y Colombia, durante el gobierno de Bush hijo, fue el de proceder con la negociación de tratados de libre comercio. Con este último, el proceso de negociación resultó bastante más complicado y demorado, por las presiones de sectores económicos que podrían verse afectados por la disminución de los aranceles.
Terminada la negociación entre los dos gobiernos, la aprobación en el Congreso norteamericano no fue posible, dada la mayoría demócrata en la Cámara y el Senado.
Las consecuencias de la aplicación del tratado dependerán de los avances en la ejecución de lo que, en el 2005, el gobierno colombiano llamó Agenda Interna para la Competitividad y la Productividad. Desconcierta saber que, en palabras del Ministro de Agricultura actual, el agro no está listo para el TLC. Y que las inversiones en infraestructura no han avanzado al ritmo que se requiere.
Le toca, entonces, al gobierno del Presidente Santos poner inmediatamente manos a la obra.

lunes, 3 de octubre de 2011

¿Venezuela, qué te pasa?

¿Qué tienes, qué tenemos, qué nos pasa?                                                                                         
Ay nuestro amor es una cuerda dura que nos amarra hiriéndonos
y si queremos salir de nuestra herida, separarnos,
nos hace un nuevo nudo y nos condena
a desangrarnos y quemarnos juntos.

Los Versos del Capitán, Pablo Neruda

La relación de Colombia y Venezuela es geográfica, histórica, económica y cultural. No es necesario recordar a Bolívar para saberlo. Para las personas que hemos vivido a un lado u otro de la frontera la relación es todavía más profunda. Somos conscientes de que, en muchos aspectos, la geografía nos ha condenado “a desangrarnos y quemarnos juntos”.  De allí que tengamos un interés vital en entender lo que está pasando en el vecino país y analizar sus perspectivas.
En la Venezuela de hoy, esos análisis no son fáciles. Las cifras y pronunciamientos oficiales no dan suficiente confianza y  hay que tomarlos con pinzas. Por el lado de la oposición, la emoción en muchos casos impide el reconocimiento de los avances relativos que se han logrado en el área social. Lo que unos y otros aceptan, sin lugar a dudas, es que la Venezuela de hoy es muy distinta a la que encontró el Presidente Chávez al comienzo de su gestión. En todo caso,  los problemas se han profundizado hasta el punto de que no será fácil para los venezolanos sacar el país del túnel en que se encuentra.

Si la economía va muy mal, la salud del Presidente no va mejor. Sus quebrantos de salud parecen evidentes, si nos guiamos por las imágines en la TV y las fotos. Su ausencia del gobierno está contribuyendo a aumentar la parálisis gubernamental y la desinstitucionalización.


En Washington la visión que se tiene sobre Venezuela es cada vez más pesimista.  En contraste Colombia se percibe, en general, como un país con una democracia más sólida, una economía dinámica, una clase media fuerte y bien preparada y unos gobiernos que han sido capaces de mover a la Nación del borde del precipicio en que se encontraba.



LOS GRANDES PROBLEMAS DE VENEZUELA
La profunda desinstitucionalización, la falta de independencia de gran parte de los poderes públicos, entre ellos la justicia, y la ausencia de pesos y contrapesos han debilitado la democracia. En Venezuela, lo mismo que en otros países de la América Latina, democracia se ha homologado con elecciones. Chávez es el mandatario venezolano que más elecciones ha convocado. Casi una por año. Sabemos que son muchos más los factores que se deben tener en cuenta para calificar a un país de más o menos democrático.
Los problemas económicos en el país vecino son profundos y diversos, no obstante los altos precios del petróleo. Una lista muy corta y apresurada incluye: nacionalizaciones y confiscaciones de empresas en muchos sectores, lo que ha ahuyentado la inversión. Falta de reglas claras para la actividad de la empresa privada. Como resultado de lo anterior, Venezuela tiene pendientes por lo menos 26 disputas por compensación en el Centro Internacional de Arreglo de Diferencias Relativas a Inversiones (CIADI). Doce de dichas demandas involucran a PDVSA, la empresa nacional del petróleo. Los reclamos ascienden a más de $40 millardos de dólares.
Las tasas de inflación son muy altas (dos dígitos), lo cual ha llevado al gobierno a imponer controles de precios. La consecuencia ha sido la escases de muchos productos, incluidos los de primera necesidad.
Esta última recesión de la economía ha sido profunda y muy larga. Apenas ahora está comenzando a salir de ella. Las finanzas públicas son deficitarias y el endeudamiento creciente, a tasas de interés notoriamente altas. Existe control de cambios y las devaluaciones han sido frecuentes. Se calcula que, actualmente, las reservas líquidas de Venezuela tan sólo le alcanzarían para pagar dos meses de importaciones. El gobierno ha anunciado que trasladará el oro que tiene depositado en el exterior al Banco Central (nacional). No son claras las razones. De cumplir con este anuncio, la percepción del riesgo país puede aumentar y, con ello, las tasas de interés de los bonos de la deuda.
La corrupción sigue rampante. Chávez parece otorgar más prioridad a la lealtad personal de sus colaboradores que a su efectividad y al manejo transparente de los recursos públicos.
El debilitamiento de la infraestructura de carreteras, uno de los puntos fuertes de Venezuela en el pasado, ha sido notable, no sólo como consecuencia del invierno sino por la falta de mantenimiento oportuno.

Como si lo anterior fuera poco, la capacidad productora de PDVSA ha disminuido significativamente por mala administración y baja inversión. Con precios del petróleo a la baja (este martes se situaron en $77,22 dólares), el gobierno venezolano no contará con la caja chica que ha tenido hasta el momento.

LOS AVANCES Y LOS LUNARES SOCIALES
Venezuela ocupa el 75 lugar en el Indice de Desarrollo Humano, que se compara positivamente con el puesto 79 que ocupa Colombia, y negativamente con los de Chile (45) y Perú (63).
En materia de pobreza, entre 2002 y 2009, el país vecino logró disminuirla en 21 puntos porcentuales, al pasar de casi 49 por ciento a 27 por ciento, no obstante sus bajas tasas de crecimiento. Mientras tanto, de acuerdo con la metodología de la CEPAL, Colombia tan sólo bajó la pobreza en 8.5 puntos porcentuales, para situarse en 2009 en casi 46 por ciento, la tasa más alta entre los países andinos.
Gracias al apoyo de Cuba, Venezuela ha logrado vencer el analfabetismo y brindar acceso casi universal a la educación primaria. En el primer ciclo de bachillerato participan 80 de cada 100 jóvenes en edad escolar. Así mismo, el 60 por ciento llega al ciclo más avanzado del bachillerato.
Los avances en el cubrimiento de salud para las mayorías más pobres son también innegables, en virtud de que los servicios se han acercado a los barrios. Sin embargo, la situación de los hospitales y las carencias que sufren resultan inaceptables en un país en donde el gobierno dispone de muy cuantiosos recursos.
Otro lunar grande para el gobierno de Chávez es el del incumplimiento de sus promesas en materia de suministro de vivienda. Recientemente, ha vuelto a prometer la construcción de 300.000 unidades en un período corto,  lo cual parece imposible de alcanzar por el desgreño administrativo y la ineficiencia. El incumplimiento de esta promesa le podrá costar muy caro, electoralmente, al chavismo.
La prestación de los servicios públicos de agua y electricidad es marcadamente ineficiente y las empresas, por falta de inversiones oportunas, no están en capacidad de satisfacer la demanda. La población está diariamente sometida a cortes por largas horas. El descontento que lo anterior genera dentro de la población puede ser muy grande y debilitar las posibilidades de reelección del actual mandatario.
PERSPECTIVAS
No será fácil o rápido sacar a Venezuela del túnel en que se encuentra. La oposición está siendo consciente de lo anterior. Sin embargo, la propaganda oficial, por un lado, y los mensajes de los numerosos candidatos opositores (diez hasta el momento), por el otro, resultan confusos para una población que ya no sabe en qué o quién creer. La decisión de esperar hasta febrero para la selección de un candidato de unidad puede convertirse en un capitis diminutio, si es que el escogido tiene que competir con un Chávez sano, recorrer todo el país y convencer con un mensaje de esperanza al alto porcentaje de venezolanos que se califican como independientes (aproximadamente una tercera parte de los votantes).
La desaparición en este momento de Hugo Chávez desencadenaría enormes problemas. Sin el Comandante, el futuro de su modelo del “Socialismo del Siglo XXI” cambiaría significativamente. Algunos de sus posibles herederos buscarían la radicalización de la “revolución” y/o llevarían el país hacia el caos. La mejor alternativa para la oposición parece ser la de que Chávez pueda ser el candidato y vencerlo en las urnas.
De allí que todo el mundo viva pendiente de las noticias sobre la salud del mandatario. Sus colaboradores más cercanos, no obstante sus aspiraciones personales para sucederlo, tapan toda la información y niegan los achaques que, como consecuencia de la  enfermedad y de los tratamientos de quimioterapia, pueda estar sufriendo.   El mismo Chávez, de manera casi estoica, oculta sus padecimientos y se muestra enormemente optimista sobre la superación del cáncer. Si surgen rumores sobre recaídas, hace llamadas a los medios, envía trinos y se reúne con periodistas. Sin embargo, en las fotografías recientes no parece bien. Al contrario: la inflamación de su cara es cada día más pronunciada. Se sabe que, como resultado de la quimioterapia, algunos pacientes enfrentan problemas de eliminación de líquidos.  No nos tomó por sorpresa, entonces, que después de haberse declarado curado del cáncer, abruptamente haya anunciado su desplazamiento a Cuba este mes, para nuevos chequeos médicos.
Como los venezolanos, muchos colombianos, sobre todo los de la frontera, seguiremos pendientes de la evolución de la salud del Presidente.