jueves, 30 de junio de 2011

ESCENARIOS POLITICOS EN VENEZUELA

Columna publicada en blog de Semana.com

NOTA DE LA AUTORA: Poco después de publicada esta columna, el Presidente Chávez informó que había sido sometido a una segunda operación para extraerle un tumor con células cancerígenas. Todavía no se sabe la fecha de su regreso a Venezuela.
La enfermedad del Presidente Chávez parece seria. La postergación de la reunión presidencial de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) que debía llevarse a cabo en Venezuela el próximo 5 de julio, después de un largo postoperatorio, así lo indica. La oposición venezolana debería analizar a profundidad los escenarios que se podrían presentar en el país y ajustar sus estrategias.
La falta de información oportuna y clara sobre la enfermedad del jefe de Estado venezolano, más las expresiones confusas de varios de sus ministros, originaron una avalancha de especulaciones en Venezuela y el mundo. Esta crisis agarró al gobierno sin preparación para su manejo. Los rumores van desde los que consideran que Chávez no tiene mayores problemas de salud y lo que busca es rodearse de misterio para regresar teatralmente “recuperado” a su país antes de la campaña para su reelección, hasta los que aseguran que el Presidente tiene cáncer. No obstante la reciente divulgación del  video en el que aparece acompañado por Fidel con un periódico Granma en la mano, las especulaciones no terminan. No es para menos. El aplazamiento de la tan planeada cumbre presidencial en la Isla Margarita, prevista para el 5 de julio, que debía poner en funcionamiento el CELAC, sorprendió a todo el mundo. No sólo la creación de este organismo había sido una iniciativa del Presidente, como contrapeso a la OEA, sino que algunos de sus ministros se habían apresurado a anunciar que regresaría para esa fecha, que coincide con la celebración de los 200 años de la independencia. ¿Regresara para estos festejos? No se sabe.
Así las cosas, puede concluirse que la situación de su salud es delicada y su proceso de recuperación largo y complejo.
Sin entrar en suposiciones sobre la enfermedad específica que afecta al jefe de estado venezolano, resulta válido poner de presente la urgencia de que la oposición venezolana, reunida en la Mesa de Unidad, analice seriamente los nuevos y posibles escenarios que se podrían presentar en Venezuela, las probabilidades de cada uno, y acordar las estrategias políticas y electorales más convenientes. Lo peor que les puede ocurrir es que se presenten sucesos para los cuales estén tan poco preparados como parece estarlo el gobierno.
Los escenarios políticos que pueden presentarse en Venezuela son múltiples. Entre ellos, se cuentan los siguientes:
1.  Se anuncia que Chávez regresará en una o dos semanas y así lo hace: expresen su satisfacción por la recuperación de la salud del Presidente y a corto plazo eviten los ataques personales. Cuando regrese, inicialmente enfoquen sus ataques sobre los grandes problemas económicos, sociales y administrativos del país. Propongan soluciones. No olviden a las clases medias tan golpeadas y a los pobres, que ya deben estar cansados de las promesas vanas.
2.   El regreso de Chávez se sigue demorando y la situación de su salud sigue siendo poco clara: la táctica en este caso debería ser la de tratar de llenar el vacío dejado por Chávez en el escenario político. No sigan girando alrededor de su figura, por lo menos hasta que no se tenga más claridad sobre su recuperación. Clarifiquen sus propuestas para resolver los grandes problemas del país y los de su población. Siembren un mensaje positivo sobre su capacidad para aplicar soluciones. Estudien privadamente las debilidades de los posibles reemplazos de Chávez, comenzando por su hermano Adán, el vicepresidente Jaua y el Canciller Maduro. Discutan la posibilidad de adelantar la escogencia del candidato único para este año y alístense para lo que pueda suceder.
3.  La salud de Chávez se deteriora: adelanten la escogencia del candidato único. Ha llegado el momento de que la oposición cuente con una sola cabeza visible, alguien con capacidad de liderazgo y de comunicarse con las clases medias y los pobres. Los intereses del país deben colocarse por encima de aspiraciones personales, por más válidas que sean. Refinen las propuestas y la plataforma. Unifiquen estrategias y diseñen los mensajes centrales. Discútanlos con los medios de la oposición. Rodeen a ese candidato. Acompáñenlo en sus giras por todo el país. Contribuyan, en lo posible, a la división en las filas gubernamentales y entre los aspirantes para reemplazar a Chávez. Eviten los ataques personales contra él; no lo conviertan en mártir o héroe. Ataquen y debiliten a sus posibles sucesores. Discretamente, tiendan puentes hacia otros poderes públicos e instituciones del estado.
En cualquier escenario, si la oposición venezolana aspira a ganar, la unidad resultará esencial. Así mismo, la capacidad del futuro candidato o candidata para convencer con un mensaje de esperanza por un futuro mejor para las grandes mayorías. En la Venezuela de hoy, para que un candidato distinto a Chávez pueda ganar, tendrá que demostrar sensibilidad social. En todo caso, evitar que se le ubique a la derecha del centro.

jueves, 2 de junio de 2011

NOSOTROS, LOS MIGRANTES

En los Estados Unidos, oficialmente somos más de 900 mil las personas de origen colombiano. Es decir, nacimos en Colombia, en los EU o en cualquier otro país, de padres o abuelos colombianos, y en el censo del año pasado nos auto identificamos por nuestro ancestro de Colombia. ¿Quiénes somos, qué hacemos?
De acuerdo con los análisis censales recientemente publicados, ocupamos el séptimo lugar entre los grupos de origen hispano. Lejos en tamaño del impresionante número de mexicanos (32 millones o 63% del total) y después de los originarios de Puerto Rico, Cuba, El Salvador, República Dominicana y Guatemala, en su orden. Entre 2000 y 2010, crecimos en un porcentaje tan alto, que casi doblamos nuestro total aquí. Las personas de origen guatemalteco y salvadoreño se incrementaron mucho más que los colombianos. Todavía, sin embargo, nosotros aumentamos más del doble que la población hispana en su conjunto.
No es difícil intuir las razones para el alto aumento de migrantes colombianos: violencia, inseguridad, falta de oportunidades, en general, y de trabajo, en particular, en nuestro país de origen. En el censo y en los sondeos oficiales que se llevan a cabo esta pregunta no se incluye. Pero si uno interroga a los colombianos con los que se encuentra aquí, las respuestas son ésas. Quieren, para sí mismos, mejores posibilidades de empleo. Para sus hijos,  las oportunidades que muchos de ellos no tuvieron para educarse, progresar y tener una vida más digna. En todo caso,  aducen,  buscan un mejor futuro para sus hijos y un ambiente más sano y seguro para criarlos.
Los colombianos trabajan fuertemente. Cuando llegan a Estados Unidos hacen el trabajo que sea necesario, aún el más humilde, para poder sostenerse a sí mismos y a sus familias, y enviar dinero a los que quedaron en Colombia. Nuestro país recibió $4.000 millones de dólares en remesas durante 2010. Un porcentaje significativo proviene del país del Norte. A pesar de las duras condiciones del mercado de trabajo que imperan desde 2009, los migrantes continuaron enviando sus giros a Colombia. En promedio, uno al mes.
De acuerdo con una encuesta detallada que se llevó a cabo en 2009, más de la mitad de la población de origen colombiano tiene la ciudadanía norteamericana. Es más joven que la población local, pero más vieja que la hispana en general. La edad mediana para los colombianos es de 34 años, frente a 37 años para los norteamericanos y 24 para los hispanos en general. Más de la mitad dice que se defiende bien en inglés.
El estado de la Florida concentra el mayor número de colombianos (295.000), seguido del área de New York y New Jersey (267.000). California y Texas concentran, cada uno, poblaciones superiores a 50.000.
Los hogares de los colombianos aquí están compuestos por 3 personas, en promedio. La mitad de esos hogares posee casa propia. Y hay un dato interesante: tan sólo una entre cinco mujeres (21%) que dieron a luz durante los 12 meses previos a la encuesta,  no estaba casada. Este porcentaje es casi la mitad del que se presenta entre las hispanas y bastante inferior al 35% entre las mujeres norteamericanas.
La población de origen colombiano es más educada que la del total de hispanos: 19% terminó universidad o tiene estudios de postgrado y 18% finalizó el bachillerato. De allí que, en promedio, tenga un salario más alto que el de los latinos. Casi 150.000 trabajan en ocupaciones profesionales o de gerencia, mientras que apenas 25.000 lo hacen en construcción y agricultura.
Lo anterior quiere decir que nuestras emigraciones significan un desangre para el país, de recursos humanos bien preparados, trabajadores y altamente competitivos.
Con el mejoramiento en la situación de seguridad en Colombia, es posible que un número significativo de colombianos decida regresar. Lo que llamamos “la tierra”, la familia y los amigos continúan teniendo gran importancia para nosotros, los migrantes. Aun después de mucho tiempo de vivir en el exterior, seguimos manteniendo costumbres y tradiciones. Nos emocionamos con nuestra música. Nos encanta nuestra comida. Seguimos teniendo un fuerte sentido de tribu: si llegamos a una fiesta con asistencia de personas de varios países, basta con mirar a uno de los rincones en donde se agrupe un número grande que conversa animadamente, para saber que ése es el grupo de los colombianos.
Los migrantes regresaremos si, además, encontramos oportunidades adecuadas de trabajo y una mejor calidad de vida en las principales ciudades del país. En algunas ciudades intermedias y en las pequeñas, las condiciones son más duras. Ojalá que, a pesar de los altísimos costos de reconstrucción después del bíblico invierno, el gobierno del Presidente Santos pueda avanzar en el cumplimiento de los objetivos del Plan de Desarrollo 2011-2014, uno de los cuales es lograr un crecimiento espacial más equilibrado. De esa manera, los migrantes tendríamos una razón más para regresar a nuestras ciudades de origen.
Publicado por Semana.com el 2 de junio de 2011

NO HAY PLATA PARA TANTO

El invierno se llevó por delante un alto porcentaje de las posibilidades de inversión en algunas de las prioridades definidas por el Plan Nacional de Desarrollo. Si restamos lo que el país tendrá que invertir en reconstrucción y emergencias, protección social y defensa, que ciertamente tienen importancia vital, los nuevos proyectos de  infraestructura vial y desarrollo fronterizo no podrán tener el alcance deseado.
El gobierno del Presidente Santos trazó grandes objetivos para el país, que fueron reflejados en el nuevo Plan Nacional de Desarrollo 2011-2014. En buena hora, este Plan parte por reconocer los inmensos desequilibrios regionales y sociales que existen. Tiene un enfoque de carácter regional. Busca disminuir las desigualdades sociales y lograr un crecimiento espacial más equilibrado. Para ello, plantea el diseño de estrategias de desarrollo, que aprovechen las características y capacidades locales, y la consolidación de ejes de transporte.
En el caso del Norte de Santander, el Plan reconoce su importancia en la zona de fronteras, conformada también por La Guajira,  Arauca y Vichada. Establece como objetivo la consolidación de las relaciones con Venezuela y el mejorando las condiciones para la integración fronteriza. Busca no sólo la implementación de las inversiones necesarias para el fortalecimiento de corredores de comercio exterior, sino de aquellos que faciliten el comercio interno. Va más allá y propone el desarrollo del nicho minero-energético, la modernización de la infraestructura de transporte en dicho sector y la diversificación de nuestra estructura económica. Destaca el propósito de buscar la consolidación de la zona del Catatumbo, la implementación de programas de empleo y vivienda para la población desplazada y la restitución de tierras. En resumen, las propuestas del Plan Nacional de Desarrollo, en el caso del Norte de Santander y  la zona fronteriza con Venezuela, son muy positivas y ambiciosas.
La Ministra de Relaciones Exteriores, María Angela Holguín, no sólo ha sido clave en la solución de los grandes problemas en las relaciones con Venezuela, sino uno de los motores dentro del gobierno para que se dé prioridad al desarrollo social y económico de la zona fronteriza, mediante el Plan Fronteras para la Prosperidad.
Para infortunio de Colombia, las lluvias llegaron con una fuerza y una capacidad de destrucción que mi generación no había conocido. La solución a los problemas sociales y físicos generados por el invierno no da espera. Es justo reconocer que el gobierno de Santos parece claramente comprometido con dichas soluciones. Pero se requerirán inversiones que restarán recursos para los objetivos y estrategias planteados en el Plan Nacional de Desarrollo.
Visto el Plan en cifras, el total nacional para inversión del gobierno central en el período 2011-2014, será de $195 billones. El presupuesto para defensa y seguridad se llevará una suma muy significativa, $59 billones, que representan más del 30 por ciento del total.
De los $136 billones que quedan para inversión, casi $26 billones se destinarán a atender los problemas generados por la ola invernal. El saldo disponible, que será complementado con casi $100 billones que se canalizarán a través de la Secretaría General de la Presidencia para programas sociales, será claramente insuficiente para arrancar las llamadas locomotoras del desarrollo y cofinanciar las acciones necesarias para acercarnos al cumplimiento de los objetivos de desarrollo para todas las regiones.
Para el Norte de Santander se destinará una suma total de $6.1 billones por parte del gobierno central y la Secretaría General. La buena noticia es que en el sector transporte se invertirán más de $391.000 millones, de los cuales $155.500 millones se dirigirán al financiamiento del sistema integrado de transporte para Cúcuta. Para corredores viales se dispondrá de casi $212.000 millones. Teniendo en cuenta que varios de los proyectos viales en el Norte de Santander no cuentan con los estudios suficientes, $119.000 millones se dedicarán a su evaluación y estructuración. En consecuencia, lo que quedará para invertir en la red vial nacional y en la terciaria, que quedaron destruidas por el invierno, son cifras relativamente pequeñas e insuficientes. La otra mala noticia es la de que el presupuesto disponible para los pasos fronterizos es muy bajo: $12.000 millones.
El listado de inversiones previstas en el sector transporte incluye obras importantes, como la doble calzada Pamplona-Bucaramanga, la carretera Cúcuta-Ocaña-Aguaclara y lo que llaman “consolidación” del corredor Cúcuta-Bogotá. Es de aplaudir que el gobierno se esté comprometiendo con los estudios para la vía Tibú-Convención-La Mata. El plan de inversiones no menciona la mejora en el trayecto Cúcuta-Tibú, esencial para acercar el Catatumbo a la capital del departamento, facilitar la presencia del estado en esa zona y mejorar la futura salida de productos agrícolas, distintos de la coca, a los mercados. Todavía estamos a tiempo para buscar el financiamiento de una obra como ésta.
El próximo gobernador del departamento debería promover un frente unido con la Cámara de Comercio, las universidades y otras organizaciones sociales para analizar, de manera seria y técnica, las prioridades de inversión, de tal manera que el dinero disponible se dirija a aquellas obras que tengan muy alta prioridad e impacto económico y social. Así mismo, que el presupuesto para estudios de factibilidad no se distraiga en proyectos que, a mediano plazo, no son realmente urgentes o viables.
Los votantes nortesantandereanos deberían exigir a los candidatos para la Gobernación, un compromiso serio en ese sentido.

Publicado por el diario La Opinión de Cúcuta el 2 de junio, 2011