jueves, 29 de septiembre de 2011

OJALA

Columna para Colprensa enviada el 29 de septiembre, 2011.
Durante estas últimas semanas he estado reflexionando, más que de costumbre, sobre Colombia. Tengo preocupaciones, pero también esperanzas. Algunas de estas últimas son quizás sueños inalcanzables. Pero siempre es mejor soñar que desesperar.
Sueño, por ejemplo, que:
Ojalá muchas de nuestras ciudades intermedias tuvieran tan buenos candidatos a las alcaldías como algunos de los que tienen actualmente Bogotá o Medellín. Candidatos bien preparados, honestos, con capacidad de liderazgo y a los que los problemas de la ciudad y sus soluciones les caben en la cabeza. Candidatos cuyo éxito político no está vinculado al poder de oscuros gamonales o al dinero de las mafias y la parapolítica.
Ojalá que las poblaciones de dichas ciudades intermedias pudieran organizarse para boicotear a los partidos y candidatos que aceptan la influencia del dinero corrupto y que aspiran a llegar al poder o a mantenerlo como medio para enriquecerse.
Cuando esta columna se publique, la alianza entre Mockus y Gina Parody ya deberá estar definida. Pueda ser que el exalcalde, finalmente, haga a un lado su egocentrismo y apoye una figura joven, con futuro y ganas de servirle a la capital y al país. No obstante el apoyo que Mockus le pudiera prestar, no creo que Gina alcance en este momento el triunfo electoral. Pero debe seguir luchando por sus ideales.
Entre los buenos deseos que me inspiran está el de que el Presidente Santos continúe por su senda de buen gobierno. Ojalá pueda lograr la colaboración de los empresarios, trabajadores y el país entero para proteger a Colombia de los peligros que una nueva recesión mundial pueden traer. Los retos pueden ser inmensos si los problemas de los países del Sur de Europa se siguen profundizando y entran en cesación de pagos. Hasta ahora, el manejo de los miembros más fuertes de la Unión Europea no da lugar a muchas esperanzas. Siguen presionando para que los distintos países recorten brutalmente los gastos gubernamentales y aumenten los impuestos para la población, en general, y para los trabajadores en particular. Están dando prioridad inmediata a la solución de los altos niveles de la deuda, como si los problemas se hubieren originado en una falta de confianza y no en la debilidad de la demanda. Si Europa entra en recesión, probablemente sea seguida por los Estados Unidos. Con una China que está buscando evitar el recalentamiento de su economía, la demanda global disminuiría precipitadamente y  los precios de los minerales y materias primas continuarían bajando. En esas circunstancias, América Latina tendría problemas serios.
Los dos próximos años exigirán de los gobiernos de todos los países mucho liderazgo y capacidad para adoptar soluciones difíciles. Hoy en día, parecería que los problemas económicos que estamos viendo en los países más desarrollados están teniendo su origen en dificultades políticas y en gobernabilidad. En el caso de Alemania, a la Canciller Angela Merkel no le quedó fácil convencer a la alianza de partidos que la sostienen, de la urgencia de que el Congreso aprobara el fortalecimiento del fondo europeo de ayuda a los países con dificultades. Los jefes de Estado en otros países Europeos, que cuentan con apoyos débiles en los parlamentos, tienen las mismas dificultades. La ayuda a Grecia llegará, entonces, tarde y el fondo contará con menos recursos de los que se requerirán para atender a otros países del Sur. En el caso de los Estados Unidos, los problemas que enfrenta el Presidente Obama con la oposición Republicana en la Cámara, que cuenta con la mayoría, están llegando a un punto verdaderamente extremo. Las visiones políticas y económicas de demócratas y republicanos están cada día más enfrentadas, y la polarización, animada por los fundamentalistas del Tea Party, está impidiendo que se adopten decisiones que, hasta hace poco, eran de trámite corriente. La esperanza de que el Congreso apruebe los planes de estímulo a la economía y de generación de empleo propuestos por Obama es baja, de forma que las probabilidades de que Estados Unidos regrese a una recesión no son menores.
Ojalá que, en el caso de Colombia, el Presidente Santos pueda mantener la unidad de los partidos y movimientos que lo vienen apoyando en el Congreso. La gobernabilidad política que Santos ha logrado ha permitido que se emprendan reformas fundamentales. Si se presenta una recesión global, las decisiones que se tendrán que adoptar serán difíciles y requerirán de amplio y oportuno soporte parlamentario y nacional.

sábado, 17 de septiembre de 2011

JACKIE KENNEDY HABLA

Columna publicada por algunos diarios vinculados con COLPRENSA.
Con esa vocecita suave y aniñada que la caracterizaba, hace casi cincuenta años Jackie Kennedy dejó para la historia testimonios que hoy sorprenden y generan controversia. Su opinión sobre su papel como esposa, sobre las mujeres en la política y sobre personajes nacionales e internacionales está sirviendo para revaluar su imagen. Será necesario escuchar todos los extractos de la grabación hechos públicos, para tratar de adivinar cómo era realmente esta mujer que dejó una marca como Primera Dama de los Estados Unidos.
Tan solo cuatro meses después del asesinato del Presidente Kennedy, la primera dama aceptó sentarse frente a una grabadora con el historiador y amigo Arthur Schlesinger para hablar, durante más de ocho horas, sobre su vida con John Kennedy, el hombre, el líder y el Presidente.  Las cintas de la entrevista se mantuvieron guardadas en una caja fuerte por muchos años, de acuerdo con las instrucciones de Jackie. Al conmemorarse los cincuenta años de la llegada al poder de su padre, Caroline tomó la decisión de publicarlas. El libro y las grabaciones acaban de salir a la venta.
La primera sorpresa para el público fue la de que la exprimera dama, quien durante toda su vida defendió su privacidad y la de su familia, hubiera accedido a hablar. La interpretación hoy es la de que, consciente  de la importancia de preservar la memoria del Presidente para la historia, hubiere aceptado dejar su propio testimonio. Al fin y al cabo, el período de Kennedy fue tempranamente cortado y su paso por la Casa Blanca no estuvo exento de controversias por sus decisiones nacionales e internacionales y por su aparente afición a las mujeres.
En lo que a los temas internacionales se refiere, la confesión de que, después de la trágica y equivocada invasión de Bahía Cochinos, Kennedy había llorado, humaniza su imagen. Quedó tan afectado, que su hermano recomendó a Jackie no dejarlo sólo y tratar de tranquilizarlo y consolarlo.
En lo que se refiere a su opinión sobre personajes internacionales, los colombianos ya sabíamos que Alberto Lleras, Presidente de Colombia durante el período de Kennedy y quien los había recibido en Bogotá en visita de estado, la había impresionado profundamente por su inteligencia, cultura y estilo. Igualmente Lleras gozó del aprecio y el reconocimiento de su colega norteamericano por el apoyo brindado al lanzamiento del Programa Alianza para el Progreso, a la lucha contra el comunismo y la consiguiente expulsión de Cuba de la OEA.  De allí que Jackie lo hubiera recibido personalmente cuando Lleras presidió la delegación colombiana para los funerales de Kennedy. Lo que nos sorprendió es que Jackie encontrara que Lleras era “casi nórdico en su tristeza”.
Mientras tanto, a De Gaulle, quien le sirvió como anfitrión durante su visita a París cuando no sólo conquistó a la capital francesa sino a Europa, muy francamente lo califica como egoísta enfermizo y perverso.
Las opiniones de Jackie sobre su función como esposa del Presidente y sobre las mujeres en la política hoy nos parecen horriblemente anticuadas y tradicionales. Su reconocimiento de que su relación con Kennedy era Victoriana y hasta asiática, concuerda con su afirmación de que su principal papel era el de ofrecerle al Presidente un ambiente de tranquilidad y de afecto. Sin embargo, contradice la percepción que teníamos de una Jackie preocupada por construir la imagen de Camelot y de restaurar la Casa Blanca para que proyectara de mejor manera el nivel cultural, la historia y el poderío de su país. De lo que hasta ahora se conoce, parece que Jackie no se refirió a las infidelidades de su esposo. Habla sobre períodos cortos de separación, cuando ella se alejaba de la Casa Blanca, que fueron seguidos de momentos de gran cercanía. Afirma que dichos años, lejos de acabar su matrimonio como ella inicialmente temía, les trajeron felicidad.
Su opinión de que las mujeres no estamos hechas para la política, ya que somos demasiado emocionales, choca con la imagen que teníamos de una mujer que a los 31 años era culturalmente sofisticada y estaba adelante de su tiempo. De esa concepción, quizás, se derivan sus chismorreos sobre algunas mujeres en el poder, de las que dice que no se sorprendería si fueran lesbianas.
Tomará tiempo escuchar los extractos de las cintas que se han hecho públicos para tratar de adivinar cómo era realmente esta mujer, que dejó una marca como Primera Dama de los Estados Unidos.

martes, 13 de septiembre de 2011

MARIA BONITA Y UNASUR

Publicada en mi blog "Desde Washington" por Semana.com en Sep 14, 2011.

Bautizada como María Bonita por el Presidente Hugo Chávez, María Emma Mejía asumió hace pocos meses el reto de reemplazar a Néstor Kirchner (QEPD) como Secretario General de la Unión de Naciones Suramericanas (UNASUR). No obstante el gran aprecio y el respaldo que le ofrecen tanto Chávez como Santos, son inmensas las dificultades para poner en marcha esta iniciativa, enrumbarla e influir sobre su agenda.  
UNASUR surgió primero de la iniciativa del Presidente Lula da Silva de crear una comunidad de países suramericanos, como un espacio para promover una mayor integración física, energética y ambiental en la región pero, sobre todo, una mejor coordinación en política internacional. De acuerdo con la declaración de Cusco, en la reunión en la que se concretaron las ideas en 2004, los jefes de estado destacaron la importancia de crear una comunidad que permita “una mayor gravitación y representación en los foros internacionales”.  Conocemos los esfuerzos del Presidente Lula por lograr la inserción del Brasil, como una de las grandes naciones emergentes, en el liderazgo de organismos multilaterales y en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas.
Para el Presidente Chavez, en el papel que ha asumido de heredero del sueño de Bolívar, una “comunidad” no pareció suficiente. Luchó para que el proyecto se ampliara para incluir el objetivo final de la creación de una unión de países suramericanos. Y así quedó registrado en el Tratado de creación de la rebautizada UNASUR. Sin embargo, se le fijaron objetivos tan diversos y ambiciosos, que será difícil lograrlos entre países tan disímiles en sus dimensiones económicas, físicas y políticas.  Si después de tantos años y a pesar de los avances, los países europeos no han logrado llegar a la tan soñada unión económica, nuestra América del Sur tiene pocas posibilidades de lograrlo.
Para Kirchner, durante su primer año de mandato como Secretario General de UNASUR, fue difícil ir más allá de ampliar el diálogo político  en la región y apagar algunos incendios. A pesar de su inmensa capacidad política y poder dentro  su país y en la región, no logró avanzar siquiera en el establecimiento de una estructura administrativa y técnica en la Secretaría General y la aprobación de cuotas para su sostenimiento por parte de los países miembros. Podemos, entonces, intuir que para María Emma la tarea será descomunal. No se trata de subestimar las calidades que le han permitido a nuestra compatriota destacarse en el mundo diplomático. Se trata de reconocer que, durante su corto mandato, sin presupuesto y asesores técnicos en campos tan diversos como los que se contemplan en la organización, tendrá escasas posibilidades de enrumbar a la organización e influir sobre su agenda.
Por lo anterior, la participación reciente de María Emma en una conferencia en Washington sobre el futuro de los países andinos, fue recibida con simpatía pero con escepticismo. Su afirmación de que UNASUR servirá para preservar la democracia, fue contrarrestada por el Secretario de la OEA, José Miguel Insulza, quien reconoció que “esto de la democracia es bastante desordenado en la región”. Su confianza en que ahora si se podrá avanzar en la integración, dada la gran decisión política de los jefes de estado para que así se haga, pareció ingenuidad o desconocimiento de la larga historia de fracasos en América Latina, con proyectos de integración, no obstante tener objetivos más acotados.  Vinieron a la mente el Grupo Andino, la Alalc, la Aladi y, más recientemente, el Mercosur. Su perorata de que con este proyecto “todos ganaremos, no obstante las diferencias”… ya que “el fin superior de UNASUR son nuestros pueblos” sonó a propaganda. Su creencia de que en el Consejo de Defensa, conformado por los ministros del ramo de todos los países miembros, entre ellos Brasil, Colombia, Bolivia, Ecuador y Venezuela, existen unos valores comunes, produjo algunas sonrisas entre la audiencia.
La muy acertada y animada participación de Patricia Janiot como moderadora, impidió que la audiencia debatiera más a fondo temas como los de los “modelos de democracia”  en Suramérica, la madurez de nuestros jefes de estado y la intención, por parte de algunos de ellos, de “ideologizar” UNASUR.
Es fácil imaginar que María Emma cuenta con tanta ansiedad los meses que le faltan para terminar su período, como contó los minutos para que se diera fin al debate en esta conferencia en Washington.

viernes, 9 de septiembre de 2011

¿OTRO SEPTIEMBRE NEGRO?

Publicado en mi blog DESDE WASHINGTON en Semana.com, el 9 de septiembre, 2011.
Después de un verano pavoroso en los Estados Unidos y Europa, en lo económico, lo político y lo climático, se esperaba que después de las vacaciones de agosto, septiembre trajera un ambiente más propicio para comenzar a ver la luz al final del túnel. Sin embargo, con septiembre regresaron las lluvias y las incertidumbres.
En lo político, durante los meses del verano, el Presidente Obama luchó con los Republicanos en el Congreso para la aprobación de una solución balanceada frente al problema de la deuda pública, que incluyera no sólo recortes en los gastos sino  eliminación de ventajas impositivas para los más ricos y las grandes corporaciones. Obama calculó mal sus jugadas, terminó cediendo mucho terreno y su imagen salió muy debilitada. Según las últimas encuestas del Washington Post, después de contar en mayo con la aprobación del 56 por ciento de la población, en junio descendió nueve puntos y se colocó en sólo el 47 por ciento. En agosto tuvo un nuevo descenso para situarse en 44. A comienzos de septiembre su aprobación llegó tan sólo al 43 por ciento, una de las más bajas si se compara con la de otros presidentes en este punto de su gobierno.  Se raja en el manejo de la economía, el empleo y el déficit. Tan sólo su manejo del terrorismo es aprobado por un porcentaje alto de la población, el 62 por ciento. Esta aprobación se vio fortalecida por la eliminación de Osama Bin Laden y por el hecho de que, durante su gobierno, las amenazas terroristas han podido ser contrarrestadas a tiempo.
Lo peor para Obama es que su imagen descendió no sólo entre la población con tendencias republicanas, sino entre los independientes y su propia base de los demócratas. Entre estos últimos quedó la percepción de que el Presidente no es un líder lo suficientemente fuerte para manejar los inmensos retos actuales y la oposición en el Congreso. Los más liberales lo acusaron de haberse entregado a la agenda conservadora que le ha dado prioridad a la solución del problema de la deuda, por encima de la necesidad urgente de crear más empleos y reactivar la economía, antes de que esta vuelva a caer en la recesión. Su único consuelo es el de que la desaprobación para los republicanos en el Congreso es todavía mayor y llega al 68% de la población, 15 puntos por encima de la del Presidente.
La incertidumbre generada por la dificultad de que el gobierno de Estados Unidos y el Congreso lleguen a acuerdos para solucionar los problemas de la economía, unida a la causada por las situaciones en Medio Oriente y en Europa, y el peligro de que Grecia, Portugal, Italia y España no puedan seguir pagando su altísima deuda pública hicieron que la bolsa en Estados Unidos, a partir de mediados de julio, descendiera fuertemente y borrara los avances que había logrado durante el mes anterior. Las bajas en los precios de las acciones norteamericanas no han sido causadas, en general, por descensos en las utilidades de las empresas, incluidos los bancos. Las utilidades se han recobrado vigorosamente después de la crisis financiera.  Pero la creación de empleo por parte de las firmas privadas, debido a la incertidumbre sobre el futuro, ha sido muy lenta y no está alcanzando para contrarrestar la eliminación de empleos por parte del gobierno federal y, sobre todo, de los gobiernos estatales y municipales.
En agosto, hasta la tierra pareció protestar. El día 23 la región alrededor de la capital norteamericana sufrió un  temblor sin precedentes en más de 100 años y trepidó con una intensidad de 5.8 en la escala de Richter. Por fortuna los daños fueron muy menores, pero los habitantes de Washington DC y los trabajadores salieron angustiados de casas y oficinas. Muchos de ellos no habían experimentado un temblor en toda su vida.
No había terminado el mes cuando un huracán amenazó a la capital política del país y a su principal centro económico, New York. El Presidente Obama tuvo que recortar sus tan criticadas vacaciones en Martha´s Vinyard, que es refugio de ricos e intelectuales del Este de los Estados Unidos. Finalmente, los vientos del huracán no afectaron con intensidad las dos grandes ciudades, pero las lluvias produjeron extensos daños en los alrededores.
En septiembre regresaron las lluvias y, con ellas, los congresistas que habían salido de vacaciones. El Presidente Obama, cumpliendo el compromiso que había asumido el mes anterior, propuso a los líderes de ambas cámaras presentar su plan en favor del empleo en una sesión conjunta para el miércoles de esta semana. Boehner, líder de la Cámara, respondió que no se podía en esa fecha, ya que los precandidatos republicanos a la Presidencia llevarían a cabo uno de sus debates televisados. Otro error de la Casa Blanca. La fecha del debate era públicamente conocida desde hace rato. Quisieron hacer un jueguito político que nadie entiende y “dieron papaya”  para que los republicanos dijeran que no.
Finalmente, en una noche lluviosa y oscura, este jueves el Presidente presentó su tan esperada propuesta a favor del empleo. En estilo y contenido, Obama superó las expectativas, que eran bajas. Satisfizo a su base demócrata con un lenguaje combativo frente a la oposición republicana, y, al mismo tiempo, logró transmitir la urgencia que existe para crear rápidamente empleos y solucionar las angustias a las que se enfrentan los más de 14 millones de desempleados que existen en el país.  El programa no contiene elementos nuevos. Sin embargo, recoge propuestas que en el pasado fueron apoyadas por demócratas y republicanos para que las empresas creen nuevos puestos de trabajo, los desempleados sigan contando, por un tiempo más, con subsidios, se disminuyan los impuestos sobre la nómina que pagan empresas y trabajadores, se aumenten las transferencias para que los gobiernos locales puedan reenganchar a maestros, policías y otros funcionarios despedidos y se financien obras de infraestructura. De ser aprobado, el costo total del programa de empleo sería de 450 billones de dólares.
Finalmente, en su presentación ante el Congreso el Presidente Obama volvió a dar prioridad a la pronta aprobación de los tratados de libre comercio con Colombia, Panamá y Corea. Dicha aprobación seguirá dependiendo de que se logren acuerdos en el Congreso para ayudar a los trabajadores que se vean perjudicados por su entrada en vigor, tema en el que, parece, se está avanzando.
A pesar de que hoy viernes el Dow Jones bajó más de 300 puntos y se situó por debajo de la marca de 11.000, el sol volvió a salir en Washington DC. La buena noticia es la de que los republicanos, en principio, no han expresado oposición cerrada al Plan de Empleo propuesto por el Presidente y se han mostrado dispuestos a discutirlo.
La mala noticia es la de que se han conocido amenazas “concretas y creíbles” sobre posibles actos terroristas durante este fin de semana, cuando se cumple el décimo aniversario de la tragedia del 11 de septiembre. Las autoridades están en máxima alerta en New York y Washington.

domingo, 4 de septiembre de 2011

La prensa gringa y Colombia

Columna publicada por diarios vinculados con Colprensa el 4 de septiembre, 2011.

La prensa norteamericana, en general, y el Washington Post, en particular, reconocieron oportunamente los logros de la lucha colombiana contra el terrorismo durante el gobierno de Uribe y su Ministro de Defensa, Juan Manuel Santos. Así mismo, fueron positivos respecto de la utilización de los recursos de la ayuda de los Estados Unidos.
La publicación en el Washington Post del domingo 20 de agosto, de un artículo sobre el tema de “las chuzadas” por parte de los servicios de seguridad de Colombia, sorprendió por varios motivos:
En primer lugar, por la manera tan destacada como se publicó, en la parte principal de la primera página de la edición dominical. En segundo lugar, por el escandaloso titular “ayuda de EU implicada en abusos de poder en Colombia”. Dentro de la nota se afirma, entre otras cosas, que “dinero, equipos y entrenamiento norteamericanos, suministrados a unidades élite del servicio de inteligencia colombiano durante la última década fueron usados para llevar a cabo operaciones de espionaje” contra miembros de la Corte, opositores y grupos de la sociedad civil. Del contenido queda colgando la sospecha de que el gobierno de Estados Unidos estaba enterado de la utilización de sus recursos para actividades ilegales, a pesar de que se registran declaraciones de funcionarios norteamericanos negando cualquier vinculación. 
La nota no fue firmada por Juan Forero, corresponsal del diario para Colombia. Aparecen como autoras Karen DeYoung y Claudia J. Duque. La señora DeYoung es periodista de planta de ese diario y escribe sobre temas internacionales desde Washington. Claudia J. Duque es presentada como periodista independiente de Colombia. No se informó a los lectores que la señora Duque es, además, activista defensora de derechos humanos y una de las dirigentes de la sociedad civil que ha acusado al gobierno de Uribe de seguimiento, espionaje y persecución contra ella misma.  Sorprende que el venerable diario norteamericano hubiera omitido una información tan relevante. ¿Le metieron al Washington Post un gol, o fue el periódico quien no quiso dar a sus lectores información completa y elementos de juicio para poder calibrar mejor el contenido y posibles objetivos de un artículo tan importante?
Es claro que así como El Tiempo de Colombia hoy no es el mismo, tampoco lo es el Washington Post. Ambos dejaron de ser periódicos de familia, fieles a ciertos principios periodísticos y filosofías políticas. Hoy son conglomerados de empresas, en los que los intereses comerciales y la necesidad de producir ganancias para sus empresarios-accionistas prevalecen sobre lo demás. Hoy dependen más de análisis de ONGs, porque han recortado presupuestos para la investigación periodística propia y la contratación de periodistas profesionales.
A pesar de lo anterior, es de suponer que los viejos vínculos de la casa de El Tiempo y Juan Manuel Santos con la familia Graham, antiguos dueños del Washington Post y todavía sus accionistas principales, sirvieron para que, como reparación, Lally Weymouth hubiere viajado muy rápidamente a Colombia, entrevistado al Presidente Santos y a la Fiscal General y destacado su “cruzada en contra de la corrupción”. La periodista Weymouth, además de ser hija de Katharine Graham, presidente del periódico por muchos años, es actualmente su editora y ejecutiva en jefe. De vez en cuando publica entrevistas con importantes líderes mundiales y destacados jefes de estado. En el caso de Santos, la introducción a su entrevista destacó verdades muy positivas. “El Presidente colombiano Juan Manuel Santos llegó bien preparado para su cargo: previamente había servido como ministro de finanzas de su país y, más recientemente, ministro de defensa de su predecesor, Alvaro Uribe…. Santos, quien ha estado en el poder alrededor de un año y cuenta con un fuerte apoyo doméstico de 71 por ciento….”

A pesar de las anteriores entrevistas, el aparente objetivo del artículo sobre las actividades de los servicios de inteligencia colombianos produjo los primeros resultados: organizaciones sindicales y de derechos humanos, que se han opuesto al tratado de libre comercio entre EU y Colombia, ya están demandando un debate en el Congreso norteamericano sobre la ayuda al DAS y su supuesta utilización en actividades ilegales. Esto servirá, de paso, para afianzar la oposición al tratado por parte de algunos sectores.

El estreno de Corzo

Columna publicada en diarios vinculados con Colprensa el 14 de agosto, 2011  
Con menos de un mes de posesionado como Presidente del Senado, Juan Manuel Corzo ha logrado generar una avalancha de críticas más grande que la coleccionada por varios de sus antecesores en todo un año. Todavía está a tiempo para enmendar la plana,  fortalecer el papel del legislativo en un momento clave, mejorar la imagen de una institución en la que muy pocos colombianos creen y, de paso, apoyar a su región.
Una de las primeras medidas adoptadas por el nuevo Presidente, fue la de restituir el derecho a gasolina gratis para los directivos, que había sido eliminado por su antecesor. La medida puede ser muy popular entre sus colegas senadores, pero horriblemente antipática entre la mayor parte de los colombianos. Al fin y al cabo, un altísimo porcentaje de nuestros compatriotas tiene ingresos tan bajos, que no puede darse el lujo de comprar un automóvil. Y aquellos que lo han logrado, tienen que pagar de su bolsillo los costos crecientes de la gasolina.  El nuevo Presidente del Senado ha debido, antes que nada, demostrar ante los colombianos que el Congreso se preocupa por la difícil situación económica y social de las grandes mayorías del país y que busca, con su trabajo, contribuir a la adopción de soluciones justas.
Igualmente criticada fue su pretensión de devolver la inmunidad a los parlamentarios, figura que facilitó el crecimiento de la corrupción en el legislativo y contribuyó a que los colombianos miraran cada día con más suspicacia a sus miembros. De ser aprobada dicha medida, lejos de fortalecer el Congreso, se crearían condiciones para debilitarlo aún más.
Su apoyo al proyecto legislativo introducido por miembros de su partido para prohibir el aborto, aún en los casos de violación de la madre, peligros del parto para la vida de la mujer y malformación del feto, tampoco fue bien recibido por un alto porcentaje de mujeres y hombres que creemos que  resulta irresponsable e inhumano negarle el acceso a las mujeres al aborto, por lo menos en dichos casos extremos.
Hacía muchos años que un nortesantandereano no llegaba a la Presidencia del Congreso de la República. Actualmente, ese departamento no cuenta con un ministro en el gabinete. Resulta, entonces, apenas natural, que su elección haya generado esperanzas en una región que enfrenta graves problemas económicos, sociales y de seguridad.  Esas ilusiones se han comenzado a debilitar.
Quienes lo conocen, dicen que Corzo es un hombre bien preparado e inteligente. Está aún a tiempo para enmendar la plana y crear las condiciones para que el Congreso cumpla el papel vital que le corresponde en una democracia real. Con gran capacidad política, el Presidente Santos ha aumentado el círculo de partidos y movimientos que lo apoyan, hasta el punto de que hoy, el único partido en la oposición es el Polo. El logro de Santos le facilitará la aprobación de las reformas y medidas que se propone presentar este año. Sin embargo, si ese apoyo se convierte en unanimismo y en falta de debates responsables y serios en el Congreso sobre las propuestas del ejecutivo, no sólo se le estará haciendo un grave daño a la democracia, sino que  las decisiones adoptadas no se enriquecerán con la visión de los ciudadanos y las regiones que los congresistas representan.
Al mismo tiempo, el Congreso debe monitorear, revisar e investigar los actos de ministros y otros funcionarios del ejecutivo. No se trata de obstruir. Se trata de que el legislativo cumpla su función constitucional de controlar. Si en el pasado ese control hubiera sido ejercido oportuna y responsablemente, el país se habría librado de los millones de pérdidas generadas por la corrupción en varias instituciones y a los absurdos a los que se llegó con programas como el de Agroingreso Seguro.
Igualmente, será importante que Corzo le cumpla al electorado de la región que lo llevó al Senado y que, en consecuencia, hizo posible que ascendiera a la posición de Presidente del Congreso. El Norte de Santander y todo el Oriente colombiano están aislados de los principales mercados del país y de las rutas que conectan a los puertos sobre el Atlántico y el Pacífico. Con la situación actual y las complejas perspectivas de Venezuela, ese acceso será vital para abrirles oportunidades de negocios legítimos a los empresarios y condiciones para que generen más empleos e ingresos para sus poblaciones.

Desde su posición actual, Juan Manuel Corzo también tiene una responsabilidad frente a la región y la oportunidad para influir para que el gobierno, finalmente, lleve a cabo inversiones por mucho tiempo aplazadas. El país está en deuda con esta parte de la frontera y el Presidente del Senado debe ayudar para que dicha deuda se satisfaga.