Columna publicada por algunos diarios afiliados a Colprensa el 18 de marzo, 2012
Las cifras de violencia
contra las mujeres en Colombia son escandalosas. Para resolver esta tragedia
recurrente, será necesario hacer esfuerzos serios, más allá de la aprobación de
nuevas leyes.
La celebración del Día Internacional de la Mujer sirvió para
que gobierno, medios de comunicación e investigadores llamaran la atención
sobre estas conductas inaceptables. Una
de las peores es la de la violación. La llamada encuesta ENDS registró que, en
2010, el 6 por ciento de las mujeres entrevistadas admitieron haber sido
violadas alguna vez en su vida. Este porcentaje no incluye las que han sido
forzadas por sus actuales esposos o compañeros.
Sabemos que la violencia intrafamiliar se reproduce. Niños y
niñas sometidos a maltratos en los hogares, o testigos del que se ejerce contra
sus madres, tienen altas probabilidades de reproducir tales conductas en su
edad adulta. De allí que la promoción de nuevas leyes con penas superiores para
estos delitos sea una condición necesaria pero no suficiente para disminuirlos.
Resulta fundamental llevar a cabo esfuerzos serios para mejorar la educación
sexual desde la escuela, inculcar valores sobre los derechos y obligaciones de
los dos sexos y, en general, desarrollar
una nueva ética contra todo tipo de violencia.
En algunos países existen iniciativas prometedoras para mejorar
el bienestar de las mujeres. Bajo el lema “dignidad, fortaleza, igualdad”, la
primera dama de El Salvador y Secretaria de Inclusión Social, Vanda Pignato,
propuso el proyecto de Ciudad Mujer y obtuvo el apoyo financiero y técnico del
Banco Interamericano de Desarrollo.
La estrategia de Ciudad Mujer está basada en acercar varios
tipos de servicios a las mujeres y concentrarlos, bajo un mismo techo, en
centros ubicados en barrios populosos o municipios.
Las actividades comprenden
la atención a víctimas de la violencia, adopción de medidas preventivas para
evitar la revictimización, fortalecimiento de la autonomía económica de las
mujeres y prestación de servicios de salud para sus hijos y ellas, con énfasis
en la salud sexual y reproductiva. Cuando las mujeres acuden a una sede de Ciudad
Mujer, pueden dejar sus niños en la guardería allí localizada. Las distintas
instituciones presentes en estos centros coordinan entre ellas y cuentan con
personal especialmente entrenado.
Vale la pena que el gobierno colombiano estudie esta
experiencia y trate de adaptarla a nuestro medio.
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