El futuro inmediato de
Venezuela es complejo. Lo que suceda dependerá de la fecha en la que el
Presidente Chávez se tenga que retirar o fallezca, la actitud de las fuerzas
armadas, la unidad de los partidos oficialistas y la inteligencia y coherencia
de la oposición.
La
selección de Maduro estaba cantada. Al fin y al cabo, desde octubre Chávez sacó
a Elías Jaua de la Vicepresidencia y lo sustituyó por su Ministro de Relaciones
Exteriores. A Jaua lo envió como candidato a la gobernación del Estado Miranda,
ocupada hasta este momento por el excandidato presidencial de la Mesa de
Unidad, Henrique Capriles. A Diosdado Cabello, otra de las personas de su
confianza, y líder del ala militarista dentro del chavismo, lo dejó en la
Presidencia de la Asamblea Legislativa y a la cabeza del partido de gobierno
(PSUV).
Mientras
Chávez continúe vivo y consciente, las
distintas tendencias dentro del chavismo mantendrán la apariencia de unidad y
respetarán sus deseos y órdenes. Lo que pase después dependerá de varios
factores, entre ellos la fecha en que Chávez se tenga que retirar o fallezca, la
actitud de las fuerzas armadas y la inteligencia y coherencia de la oposición.
Los
escenarios que en este momento se vislumbran en Venezuela son los siguientes:
1. Chávez
no sale vivo de la cirugía a la que hoy está siendo sometido o fallece antes
del 16 de diciembre, día de las elecciones de gobernadores. En esas circunstancias, el pueblo
chavista, adolorido y emocionado, saldrá a votar masivamente en honor a su jefe
y elegirá, en casi todo el país, a los candidatos oficialistas. Los estados
Táchira y Mérida, los únicos en donde Chávez perdió en la última elección
presidencial, tienen altas posibilidades de continuar en manos de la oposición.
De lo que pase con Capriles en Miranda, estado en el que Chávez ganó por muy
pocos votos (menos de seis mil) dependerá en gran medida el futuro electoral de
la oposición.
Ahora bien, si pierde en Miranda,
surgirán otras aspiraciones dentro de los partidos y movimientos de la
oposición y el candidato será otro u otros que partirán prácticamente de cero.
Si la oposición se divide, quedará muerta. Si se mantiene cohesionada alrededor
de un candidato nuevo, la posibilidad de
ganarle a un oficialismo todavía unido, y con la maquinaria y el presupuesto
del gobierno al servicio de la candidatura de Maduro, será baja.
2.
Chávez sobrevive la operación y se
recupera lo suficiente para posesionarse en enero y ejercer la presidencia por
un tiempo más, así sea de manera precaria. En ese escenario, en la medida en que el debilitamiento
de la salud del Presidente se vaya haciendo más visible, con el correr del
tiempo las aspiraciones de los distintos sectores dentro del oficialismo se
harán más evidentes y las divisiones y luchas internas por heredar el poder
crearán problemas de gobernabilidad. En un escenario como éste, la oposición
tendría el tiempo y la oportunidad para reagruparse, definir estrategias
ganadoras y seleccionar un candidato de unidad fuerte.
3.
Chávez sobrevive la operación pero
renuncia de inmediato. Regresa al país para supervisar y apoyar la elección de
Maduro. Si este fuera
el escenario, la presencia de Chávez garantizaría la unidad de los partidos de
gobierno, durante el corto período electoral de 30 días, y el triunfo de Maduro
como Presidente. Las probabilidades de que la oposición gane, con Capriles o
sin Capriles como candidato, serían extremadamente bajas.
En
cualquiera de estos escenarios, el futuro inmediato de Venezuela es complicado
y las posibilidades electorales de la oposición, bajas. En la eventualidad de
que se presentara el primer escenario y pudiera lograr el triunfo, llegaría al
gobierno en una situación de debilidad.
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