Este verano he estado complicada con algunos compromisos profesionales. Sin embargo, hoy publiqué una larga columna de análisis en mi blog DESDE WASHINGTON en Semana.com.
Se refiere al tema de la última Gran Encuesta de Semana sobre la imagen del Presidente y las interpretaciones que se han hecho, muchas de ellas poco técnicas y muy emotivas.
Digo que:
" No es necesario conocer profundamente al Presidente Santos para entender que la última Gran Encuesta de Semana le produjo una gran desazón. Más preocupado, sin embargo, debe estar por el descenso en el apoyo de algunos medios y periodistas generadores de opinión, hasta hace poco sus grandes aliados. La evidente caída de algunos indicadores de la Gran Encuesta de Semana, ha sido el resultado, no sólo de sucesos graves y errores del gobierno, sino también de un cambio paulatino en el cubrimiento de los medios".
"La dramática interpretación
que se le ha dado a los resultados de dicha encuesta en julio es señal del
bajón mediático: “El pesimismo inunda al país”, se afirmó. “Bajo este marco
sombrío…” se añadió. “A pesar de sus esfuerzos, la Casa de Nariño fue incapaz
de detener la tendencia a la baja de los principales indicadores de desempeño”,
fue la conclusión".
"Ni tanto que queme al Santos, ni nada que no lo alumbre,
diría yo. No todos los indicadores vienen en picada, como lo demuestra una
lectura más técnica y menos emocional de los resultados de la Gran Encuesta".
Les advierto que está larga y, en algunos apartes bastante técnica, pero creo que puede ser de su interés.
Pueden leerla en:
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